Logroño comienza en junio la remodelación de una de las vías clave en la movilidad de la ciudad. La reurbanización de la calle Marqués de Murrieta (en su tramo comprendido entre Carmen Medrano y la glorieta de Las Palmeras) transformará por completo la relación entre los vehículos de uso privado, el transporte público, peatones y ciclistas, llamados a convivir en un entorno más seguro, proporcionado y amable para cada uno de estos actores.
Sobre el plano ya habíamos apreciado la nueva configuración de la vía a lo largo de sus 650 metros, que contará con un carril bici segregado para mejorar la seguridad de los ciclistas y con un ciclocarril compartido con el resto de vehículos para mantener la capacidad de la glorieta que separa Murrieta y Avenida de Burgos, así como con nuevas zonas verdes y arbolado.
Ahora, además, podemos apreciar la profundidad de la transformación urbana de la calle, gracias a las infografías (cedidas por el estudio ‘La Dinamo’) que dotan de volumen a los detalles del plano. Este será el aspecto de la ‘nueva’ Murrieta una vez haya finalizado la intervención.
Como se aprecia en la imagen, en los tramos intermedios de la vía se generan carriles bici segregados unidireccionales y se deja un carril por sentido para vehículos motorizados, que además se reconfiguran bajo líneas curvas para hacer efectiva la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora, tal y como recomienda la DGT para minimizar los efectos de potenciales atropellos.
Otro cambio significativo es la eliminación de los semáforos (a la altura de las calles Vitoria, Beratúa y Ramírez de Velasco) y, con ellos, los giros a la izquierda para conseguir un flujo del tráfico más fluido y calmado, evitando acelerones para llegar al siguiente semáforo en verde.
El proyecto, al detalle
Entre los objetivos de la intervención -cuyas obras está previsto que comiencen el próximo 6 de junio -destaca la búsqueda de un espacio de la vía pública proporcionado para el uso peatonal. Algo que se aprecia no solo en la amplitud de las aceras, sino también en las dimensiones de los futuros pasos de cebra, ideados para proteger a los viandantes ante posibles atropellos.
* Desliza el cursor sobre las fotos para ver el resultado de las actuaciones.
En el proyecto de urbanización, para mejorar la seguridad de las personas, se incluye un nuevo paso peatonal elevado a la altura del Palacio de Justicia. Esta elevación obliga a los conductores a disminuir la velocidad, reduciendo el riesgo y mejorando la seguridad en un punto de especial densidad de tráfico.
A fin de seguir fomentando el uso de vehículos de cero emisiones, como las bicicletas, en los puntos de la calle con mayor volumen de actividad empresarial (como los Juzgados) se instalan nuevos aparcabicis. Además, estos se acercan estratégicamente a los pasos de cebra para incrementar la visibilidad tanto de conductores como de peatones al cruzar la vía.
El proyecto no olvida el impulso al transporte urbano como estrategia para reducir el volumen de vehículos particulares que circulan por la ciudad. Por ello, en otra de las áreas más concurridas de la calle (el entorno de ‘La Bene’) se unirán las paradas del autobús urbano y el metropolitano, y se creará una plataforma para prolongar el carril bici por detrás de las marquesinas.
También en clave sostenible, la vía gana nuevo arbolado y zonas verdes, que contribuyen a configurar un paisaje más amable para el peatón.
Por último, tampoco se han dejado de lado las necesidades de una de las calles con mayor peso comercial de la ciudad. Por ello, se establecen zonas de carga y descarga más amplias y aisladas del carril bici, y se desplazan los contenedores para evitar la parada de camiones de recogida de residuos en la vía principal.
El objetivo de la reurbanización de la calle, en definitiva, no es otro que tejer una red básica que favorezca la movilidad activa e inclusiva para dar respuesta a las personas más vulnerables.
