Agricultura

La temporada de miel de primavera, amenazada por el clima extremo

Zumban con brío las abejas por los campos riojanos, pero la de este año no está siendo una buena primavera para ellas. La sequía del invierno y las heladas de abril han arrasado muchas plantas y el sector de la apicultura lo está sufriendo intensamente después de un invierno extremadamente seco al que le siguieron las heladas de comienzos de abril que quemaron lo poco que había.

Aunque el nivel de incidencia ha ido por barrios porque “La Rioja Baja ha sufrido más intensamente estos escenarios meteorológicos porque en La Rioja Alta ha llovido más”, apunta Ismael del Rincón, presidente de la Asociación de Apicultores de La Rioja, que insiste en que se ha perdido gran parte de la miel de primavera.

“Esta vez sacaremos muy poco de miel de primavera y calculo que habremos perdido cerca del 80 por ciento de la cosecha en esta zona más oriental. Cada año es un mundo para el apicultor profesional, porque antes más o menos no había alteraciones, pero ahora cada temporada es diferente. Ahora, además, se ha echado de repente el fuerte calor y eso tampoco está favoreciendo, por lo que creo que va a ser una primavera bastante, bastante desastrosa” señala.

Más optimista se muestra Aitor Garteizaurrecoa, quien gestiona junto a su hermano Iñaki un millar de colmenas en Igea bajo la marca Miel de Pueblo: “Es cierto que las heladas han retrasado la primavera y que el romero se ha perdido, pero ahora vamos a ver si se puede aprovechar más el tomillo”.

Estos productores calculan que será para finales de junio, aproximadamente, cuando se pongan a cortar la miel para evaluar cómo ha ido la temporada realmente, pero las previsiones aún así no son del todo buenas debido a estos cambios bruscos de temperatura donde la planta sale muy dañada.

A este panorama meteorológico se suma la incertidumbre con los sobrecostes. El encarecimiento de la campaña de la trashumancia, que prevé dar comienzo a finales de este mes, también será un obstáculo más para el desarrollo de la campaña. Las subidas en el precio del gasóleo amenazan los viajes de las abejas y, aunque todo depende de los viajes hechos y el tamaño del camión, Del Rincón estima que “el coste medio se ha podido encarecer un 50 por ciento”.

Además, este año la alimentación de las colmenas se ha visto más influenciada por los productos artificiales: “Hemos tenido que recurrir en mayor medida a pastillas de sacarosa y glucosa porque no hubo campo durante los cuatro primeros meses”. Por otro lado, Del Rincón lamenta el no haber realizado todavía la reposición anual de las colmenas que suele hacerse entre marzo y abril, así que esperan poder hacerlo en mayo, aunque eso ya afecte a la fecundación. “Año complejo” este 2022 para el sector de la apicultura, al menos de momento, “porque puede cambiar todo por completo si, por ejemplo, viene un cosechón de miel de bosque que nos lleva a cifras de un año normal”.

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