La Rioja

“El consumo de cannabis en jóvenes se ha normalizado tanto como el del alcohol”

Llega el fin de semana y el foco se pone sobre los más jóvenes. Salen con más ganas tras una etapa de restricciones y encierros y los peligros y tentaciones vuelven a acechar. Proyecto Hombre La Rioja presentaba la pasada semana su Memoria 2021 con cifras preocupantes: la entidad atendió el pasado año a un 27 por ciento más de usuarios. Además, el perfil de los jóvenes con un cuadro de adicción es el de un varón (71 por ciento), de 17 años (34 por ciento) y consumidor de cannabis (68 por ciento), aunque los profesionales destacan el incremento de chicas que están llegando al centro (de un 19 a un 21 por ciento de las personas atendidas este último año).

“El problema es que el consumo de THC (cannabis) entre los jóvenes se ha normalizado y está llegando a equipararse al del alcohol. Es decir, conciben el hecho de consumir alcohol al mismo nivel que el de tomar sustancias y lo que se normaliza parece que está bien, que no implica riesgos”, alerta Esther Aguilera, coordinadora del Proyecto Reconecta, el programa específico para menores de entre 13 y 21 años que desarrolla Proyecto Hombre mediante concesión del Gobierno de La Rioja.

Concretamente, este Proyecto dio cobertura en 2021 a 94 jóvenes (en 2019 fueron 63 y en 2020, 72) y 99 padres, unos incrementos que no tienen que estar ligados a un mayor número de jóvenes consumidores “Nosotros realizamos muchos programas de prevención en los institutos y es cierto que ahora nos conocen más, así que estas cifras también indican esa mayor concienciación y preocupación de las familias”, señala la también psicóloga.

Aguilera reconoce que la pandemia ha influido en cierto modo, reactivando esas conductas de consumo: “Mientras estuvieron en casa se vieron obligados a cesar esas adicciones, y al salir de nuevo lo han hecho con las ganas propias de los jóvenes. Lo que ocurre es que se ha hablado mucho de los botellones y el ocio nocturno, pero esas son dinámicas que ya se daban antes de la pandemia. En el caso del THC ha ocurrido lo mismo, que se ha reactivado el consumo, con el consecuente miedo en las padres”.

Son ellos, las propias familias, quienes dan los primeros pasos, mayormente, porque los jóvenes de edades tan tempranas no son capaces de ver la realidad de la problemática ni sus consecuencias a largo plazo. “Ellos quieren estar bien, en clase, con los amigos, en casa, pero están ante una etapa de vulnerabilidad y experimentación. Así que nuestro objetivo es mostrarles otro tipo de ocio atractivo que les enganche, pero de una forma saludable. Un gran reto social, porque tampoco se trata de que vengan aquí obligados. En la motivación está la clave, pero ahí los padres juegan un papel importante para evitar que abandonen la terapia, y si lo hacen, que la familia tenga la capacidad de acompañarle para que regresen o al menos mejore la dinámica”, explica.

Las primeras tomas de contacto siempre son las más complicadas, el momento de exponer el problema, por lo que el equipo de Reconecta aborda la situación por separado, cada uno con sus correspondientes profesionales referenciados: “En esa primera entrevista con los padres, más allá de hablar de la adicción que pueda tener el chaval, nos centramos en saber cómo esta repercute en las dinámicas familiares, a nivel escolar y en sus círculos sociales. Qué perciben ellos. Mientras, con los chavales abordamos cómo están viviendo ellos esta realidad y la visión que tienen sus padres de lo que ocurre, pero una vez cesan el consumo, se dan cuenta de cómo mejora todo en cualquier ámbito de su vida, afianzando relaciones sociales seguras, saludables y positivas”.

“El alcohol no es una droga”

El primer mito con el que tiene que lidiar el equipo de Reconecta es que el alcohol no sea considerado una droga. “Los jóvenes no se plantean su consumo como algo tan dañino, para ellos simplemente no es una droga como tal. No opinan que tomarse dos cañas diarias o cinco o seis copas el fin de semana sea algo perjudicial. Y estos pensamientos vienen de lo que estamos haciendo los adultos como sociedad”, señala Aguilera.

El problema de que el consumo de alcohol esté normalizado, porque la mayoría de jóvenes y menores beben el fin de semana, es que es rara la vez que acuden a Proyecto Hombre motivados por esta causa. De hecho, los datos “alarmantes y sorprendentes” evidencian esta realidad:  siete de cada diez jóvenes de entre 14 y 18 años han consumido alcohol en el ultimo mes, según el ESTUDES 2021 del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad. Además, los jóvenes reconocen que el alcohol es la droga más fácil de obtener y la consideran la menos peligrosa.

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