Agricultura

Extremadura y La Rioja, referentes en la incorporación de la mujer al campo

Lideradas por mujeres, las consejerías de Agricultura y Desarrollo Rural de Extremadura y La Rioja, se han convertido en la tercera y cuarta comunidad autónoma, respectivamente, en fomentar la incorporación de la mujer a las explotaciones agroganaderas, incorporando la perspectiva de género a sus normativas y con medidas de discriminación positiva.

La mujer es “fundamental” en el medio rural, la que “tira de la familia” y la que consigue el arraigo, como explica a Efe la consejera Agricultura, Mundo Rural, Territorio y Población de La Rioja, Eva Hita, con motivo de su participación este martes, junto a la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura, Begoña García, en una la mesa redonda ‘Políticas de incorporación de la mujer en el sector agroalimentario’, que se ha llevado a cabo en Zaragoza en la primera jornada de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA).

En el caso de Extremadura, García ha destacado que de cero explotaciones de titularidad compartida en 2015 se ha convertido en la tercera Comunidad, con 91 explotaciones, y ha puesto como ejemplo que de as 936 solicitudes de incorporación de jóvenes a la empresa agraria en la convocatoria de 2021, 302 fueron de mujeres, un 32 %.

La Rioja, por su parte, se ha convertido en la cuarta, con 47 explotaciones de titularidad compartida, un avance que para Eva Hita tiene que servir “de acicate para seguir trabajando” y que se reconozca que la mujer realiza en la explotaciones de su paraje pero por el que no reciben “ningún tipo de reconocimiento ni beneficio fiscal ni nada”.

En 2021 en La Rioja hubo 235 incorporaciones, sin embargo, solo 19 % fueron mujeres, por lo que, según Hita, todavía queda un “largo camino por recorrer” y trabajar “a favor para conseguir un mundo rural vivo, dinámico e igualitario”.

En este sentido, ha recordado que en La Rioja se encuentran en la fase final de la redacción de la Ley de Agricultura y Ganadería que venía, una “demanda histórica del sector, en la que la perspectiva de género es “uno de los ejes prioritarios”.

Las mujeres en el medio rural no cuentan con referentes femeninos porque además, como subraya Hita, en este ámbito se reproduce el mismo esquema que a nivel social, “donde la mujer siempre ha tenido un papel relegado” sin embargo, advierte que la mujer agraria “presenta unos niveles de formación muy superior al del hombre, tienen incluso formación universitaria, asisten a los cursos de capacitación y formación continua de manera más intensa que los hombres y las explotaciones lideradas por mujeres son, en general, más innovadoras”.

Es por lo que considera fundamental “prestigiar y reconocer el papel de la mujer agraria porque desde el punto de vista de reto demográfico y del asentamiento de la población, son las que consiguen retener a sus familias”.

García destaca que aunque en el ámbito de las cooperativas agroalimentarias se está trabajando el tema de igualdad o en los consejos rectores también empieza a haber equilibrios del 60/40, “todo se marca con decretos, leyes y políticas públicas desde perspectiva de género”.

Así, considera que “no es necesario un estatuto, lo que es necesario es que todos los decretos y las leyes que se publiquen tengan que ver con la igualdad de oportunidades” y ha puesto como ejemplo que en Extremadura todas las ayudas que tienen que ver con la incorporación de jóvenes al campo, restructuración de viñedo o los planes de mejora, llevan discriminación positiva para las mujeres.

“Es la primera vez que el pilar uno de la PAC lleva perspectiva de género, que las mujeres jóvenes tienen un 110 % de suplemento, eso son políticas de género, independientemente de que haya un estatuto de mujer rural o no”, ha incidido García quien ha recordado que en el pilar 2, que gestionan las Comunidades autónomas, son éstas las que tiene capacidad para introducir medidas de discriminación positiva en las convocatorias de concurrencia competitiva que sí introducen La Rioja y Extremadura.

En una región como Extremadura, donde la agricultura y ganadería, un mundo de hombres y costumbres, es el motor de la Comunidad, la propia consejera ha reconocido que ha tenido dificultades para entrar. “He tenido que demostrar más que cualquier predecesor, mis capacidades, mi forma de trabajar, se cuestiona todo mucho más” ha asegurado García quien ha advertido que las mujeres feministas no manejan la “antigua política” y por eso reconoce que para hacer frente a estas situaciones de machismo, la receta es “trabajo, rigor y mano izquierda y un liderazgo transformador y diferente”.

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