La Rioja

30 Días en Bici: “En Logroño falta cultura de movilidad urbana”

Los especialistas aseguran que el ser humano necesita 21 días para acostumbrase a un nuevo hábito, y si es saludable y respetuoso con el medio ambiente, mejor que mejor. Partiendo de esta premisa, la iniciativa ciudadana 30 Días en Bici nace con el objetivo de incorporar la bicicleta como medio de transporte habitual.

A Logroño llegó hace un año y ya son más de 108 ciudades españolas y latinoamericanas las que promueven el uso diario de la bicicleta como herramienta de cambio urbano. En dicha campaña se distinguen tres etapas claras: “En la primera firmas individualmente un compromiso que no tiene validez más allá de con uno mismo. Te comprometes a pedalear treinta días a cualquier parte de tu cuidad y eso te genera una carga psicológica individual que hace que te pongas las pilas”, explica Ignacio Prieto, arquitecto e impulsor de la iniciativa en la capital riojana.

Una vez comprometido, viene lo bueno, la práctica. “Durante el mes de abril das una vuelta con la bici cada día, vas al trabajo en ella, a comprar el pan, a desconectar… y vas acumulando experiencias que trasladas a los demás”. Precisamente esta sería la tercera fase, la de contagiar a las personas de tu alrededor a través del ejemplo.

Prieto describe este medio de transporte como una herramienta de mejora social. “La bici tiene esa bondad de transmitir un montón de valores sin necesidad de decirlos. Quien la usa está feliz, además de ser el medio más limpio, eficiente y saludable. Combate el sedentarismo y la obesidad y otorga a los más jóvenes una importante autonomía”. ¿Peros? Los hay, pero no propiamente por la bicicleta, “sino por esa percepción de inseguridad y peligro provocado por agentes externos, en este caso los coches”.

Convivencia y equilibrio

El mayor problema que existe en Logroño según Ignacio es la carencia de cultura de movilidad urbana que existe en la ciudad. “Nunca ha habido necesidad y hay un claro predominio de infraestructuras por y para el coche”. Algo sorprendente si tenemos en cuenta que el número de usuarios de automóviles está en torno al veinte por ciento, sin embargo “la ciudad está hipotecada por ese porcentaje”.

Aún con todo, el representante de 30 Días en Bici hace hincapié en la idea de que no hay -ni debería haberla- ninguna guerra entre ir caminando, en bici o en coche. Lo único que hay que hacer es racionarlos de forma equilibrada. “No hablamos de pelea, sino de incorporar un elemento de transporte más en tu vida. Conseguir que entre dentro de nuestra normalidad”.

Para Prieto, Logroño es una ciudad idílica para moverte con bicicleta. “Es un lugar maravilloso, llano, con distancias óptimas para recorrerlas en ella, ya sea a través del carril bici, la calzada o las ciclovías. Quien no está preparada para utilizar la bicicleta es la ciudadanía, no la ciudad”. Además, recalca que dichas características se trasladan a las poblaciones cercanas ya que “las distancias son perfectamente recorribles en bici por cualquier persona de cualquier edad”.

Educación y salud

La idea no es venderlo como una batalla para transformar la ciudad, sino como una cuestión de Salud Pública y como una mejora necesaria para combatir el cambio climático. “Afortunadamente, cada vez más se apuesta por la movilidad activa y en Logroño la mayoría de las cosas se hacen caminando, pero se está empezando a poner de moda ir al gimnasio en coche o hacer ejercicios intensos de fin de semana. Hordas de ciclistas salen de la capital los sábados para hacer 100 kilómetros pero no cogen la bici para hacer 3 para ir a trabajar. Es un problema de cultura”.

La educación es otro de los pilares fundamentales de la campaña 30 Días en Bici porque “si a los jóvenes no se les cuenta y, sobre todo, no se les cuenta con el ejemplo que hay otras formas de llegar al cole, nunca lo cambiarán”. Prieto señala que por fortuna cada vez hay más iniciativas en Logroño a favor de la bici y los docentes se han volcado en el proyecto. “Llegan a los centros en sus bicicletas y provocan en los alumnos y en otros compañeros un efecto contagio”.

Con pequeños gestos como esta campaña, sus responsables pretenden que la cultura ciclista cale en la sociedad e, incluso, Logroño se convierta en una ciudad de referencia en España. “Tiene un potencial gigantesco para transformarse en un lugar de ejemplo, sobre todo para los jóvenes. Además, no hay que perder de vista que en los tiempo actuales la crisis energética invita a buscar otros modos de desplazamientos que no sean consumistas de recursos”.

Todo en esta vida merece una oportunidad, más si hablamos de experiencias positivas dispuestas a regalarnos cientos de beneficios. Porque, además de ser una rutina saludable, “la bici te permite redescubrir tu ciudad y darte cuenta de las cosas que pasan”.

Subir