Semana Santa

Paso Viviente vuelve a dejarse el alma en la Pasión de Jesucristo

Dos años después, Paso Viviente volvió a demostrar que están ahí por algo. La XXXIX edición de la Escenificación de la Pasión se vivió en la noche de Jueves Santo entre los nervios de llevar dos años parados y la ilusión de volver a salir a la calle con lo que ellos siempre han denominado como su “niña bonita”.

Y es que si Mercaforum es esplendor y grandiosidad, la escenificación de la Pasión, para los integrantes de Paso Viviente, es intimísimo y responsabilidad por hacer las cosas como ellos sólo saben. Y un año más demostraron que cuando algo se hace con los ingredientes perfectos (trabajo, ilusión y compromiso), el resultado no puede ser otro que la excelencia.

Lo que el 1982 empezó con una breve representación de quince minutos en la plaza del Raso, cuatro décadas después se ha convertido en un espectáculo de luces, sonidos, una narrativa cuidadísima y una puesta en escena que no deja a nadie indiferente durante las más de dos horas que sumergen al espectador (muchos llegados de fuera de la ciudad) en una historia de amor, traiciones, amistad, pasión, sufrimiento y gloria. La vida misma.

Cuando el sol empezaba a abandonar el día, más de 300 personas salieron del complejo municipal de La Planilla para dar vida a las últimas horas de Cristo en diferentes escenas a lo largo de una avenida Valvanera plagada de público ansioso por volver a ver uno de los momentos más bellos de la Semana Santa calagurritana.

Decenas de soldados romanos y más pueblo vestido que ningún otro año (entre los que se encontraban el recién nombrado Obispo de la Diócesis), abrazaron a los protagonistas de una historia conocida por todos pero disfrutada cada año como si fuese diferente.

Con textos basados en el Nuevo Testamento, la entrada de Jesús en Jerusalén con las últimas luces del día dio paso a la Última Cena mientras el ‘discípulo amado’ iba narrando los sentimientos de cada uno de los protagonistas que fueron tomando vida en los múltiples escenarios cuidados al detalle.

Después la Oración en el Huerto de los Olivos, el prendimiento y frases que se fueron quedando grabadas en la mente del espectador: “Judas, con un beso me entregas”. Los personajes se trasladaron desde la cena hasta un jardín cercano donde se representó la intimista oración de Jesús, al final de la cual apareció Judas con los centuriones de la Legión para proceder al Prendimiento. A partir de ese momento la legión y las bandas de tambores acompañaron a la comitiva el resto del camino hasta su culminación en el Calvario.

El aparcamiento del Silo se convirtió entonces en las casas de Caifás y de Poncio Pilatos y allí los espectadores pudieron disfrutar de los momentos más tensos de la representación. Las negaciones de Pedro, el juicio de Caifás, las actuaciones de los fariseos, las conversaciones entre Pilatos y Jesús, los latigazos, la colocación de la corona de espinas, la sentencia, el lavado de las manos…

Desde allí hasta el Calvario, donde se viviría minutos más tarde el momento culminante de la escenificación, el espectador pudo ver de cerca el recorrido en el que los tambores y las legiones tomaron protagonismo y se fueron sucediendo escenas como las tres caídas, el Cirineo o el encuentro con la Verónica.

Y así, en un camino de antorchas, Jesús llagó a la Cruz donde la emoción ya fue incuestionable. Las voces de los diálogos de esas escenas, que en su día fueron grabadas en estudios profesionales para guardar los sonidos inconfundibles de los primeros, son ya parte de la memoria colectiva de la ciudad y consiguieron, un año más, que el espectador por muy lejos que esté de la escena puede vivirla como si estuviese bajo la cruz.

El silencio después se hizo con todo en el momento del descendimiento. Y por fin, con una escena cada año mejorada, llegó el momento de la Resurrección. Un final que siempre termina con la misma escena: los aplausos del público y un foco que los alumbra a ellos, a los cientos que cada año apoyan con su presencia el trabajo de una asociación que ya va marcando el paso para el 2023.

Subir