El Ayuntamiento de Logroño ha modificado recientemente varios puntos del entorno urbano para que los conductores extremen las precauciones y el peatón pueda cruzar minimizando los riesgos. Por ejemplo, en la conexión de la calle Padre Claret con la Plaza de las Chiribitas, elevando dos pasos de peatones para mejorar la seguridad de las personas que cruzan al tiempo que se calma el tráfico en la zona. Además, se ha conformado una plataforma elevada gigante que une el Parque Joaquín Elizalde y la citada plaza.
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Otro de los puntos conflictivos por el volumen de tráfico que soporta era el acceso a la calle Somosierra desde Vara de Rey, por lo que se creó una plataforma que da continuidad lineal al itinerario peatonal que propicia otra tipología de calle donde la intensidad del tráfico es menor. También se colocaron aparcamientos de bicis y de motos de forma estratégica. ¿Por qué? Junto a los pasos de peatones sirven para mejorar la visibilidad del tráfico rodado y del propio peatón, aumentando así su seguridad.
Apenas a unos metros de allí, en el acceso a Santa Isabel, idéntica forma de actuar para crear una puerta de entrada a zona residencial, que propicia que los vehículos tengan que atravesar la plataforma como si entrasen a un garaje. Al igual que en Somosierra, la intervención se completa con la creación de plazas de aparcamiento de bicicletas, motocicletas y espacios reservados para vehículos de personas con movilidad reducida.
Implementar la seguridad peatonal adquiere un nivel de exigencia aun mayor en áreas de la ciudad en las que cada día los más pequeños acuden al colegio. Algo que sucede en la calle Doctor Múgica, que recientemente se ha transformado para mejorar la fluidez en las entradas y salidas del colegio Los Boscos.
El tramo en el que se ubica la plataforma peatonal es más estrecho que el resto de la calzada de la calle para reducir la velocidad del tráfico rodado, algo que se acentúa con una pequeña modificación del trazado para acceder a este espacio elevado y que, a su vez, obliga a los conductores a reducir más la velocidad. Esta actuación es similar a la realizada en el IES Cosme García y en la calle Belchite.
La reconversión de los trazados de movilidad no solo se han ejecutado en las áreas más antiguas de la ciudad. En barrios de reciente creación, como Cascajos, se ha intervenido para aumentar la seguridad de los transeúntes y calmar el tráfico en la zona.
Las actuaciones se han centrado en la confluencia de Hermanos Hircio y Poeta Prudencio (uno de los puntos que registraban mayor siniestralidad y varios atropellos), donde se ha transformado el cruce en una microrrotonda que continúa permitiendo todos los giros.
Antes, dos de los pasos peatonales atravesaban tres carriles y estaban muy distanciados del itinerario peatonal. Por ello, se ha reducido a un carril por sentido todas las calles que confluyen en el cruce para estrechar los pasos peatonales, se ha eliminado el carril exclusivo de giro a la derecha desde la calle Poeta Prudencio hacia Hermanos Hircio y se han acercado los pasos peatonales al cruce para acortar los trayectos de los peatones.
Por actuaciones como las referidas, el Ayuntamiento de Logroño recibió a finales del pasado año en Madrid el premio Visión Zero Municipal, entregado por la Asociación de Ingenieros de Tráfico y Técnicos de Movilidad, en colaboración con el Foro de la Movilidad Inteligente, dirigido a reconocer el objetivo conseguido por algunas ciudades con una población superior a 100.000 habitantes de 0 muertos por accidentes de tráfico en el ejercicio anterior, como ocurrió en la capital en el año 2020. Además, el Consistorio obtuvo el Premio Nacional de Movilidad en mayo de 2021 por el proyecto ‘Logroño Calles Abiertas’.
