Semana Santa

La penitencia regresa a San Vicente: “El espíritu se mantiene con emoción”

FOTO: EFE/Raquel Manzanares

Ya está todo listo en la parroquia de Santa María La Mayor. Los hábitos blancos, las madejas con los finos hilos de algodón atados, el agua para hervir, el romero… Los “Picaos” vuelven a calzarse la indumentaria para recorrer las calles de San Vicente de la Sonsierra bajo la atenta mirada de miles de espectadores.

La Cofradía de la Santa Vera Cruz, con cerca de un centenar de miembros, se prepara para una nueva manifestación de la fe “con mucha alegría y emoción”, para poner la localidad riojalteña de nuevo en el foco durante los días de Jueves y Viernes Santo. Además, todo apunta a que el cielo respetará esta Fiesta de Interés Turístico Nacional que regresa después de dos años de parón, pero sino será el interior del templo religioso el que acoja el acto.

Desde lo alto del municipio donde se erige el recinto amurallado dicurrirá la procesión con algunos de los disciplinantes que participarán junto a sus acompañantes que les sirven de guía y ayuda durante el tiempo de su penitencia. “Pero será durante el recorrido cuando se vayan uniendo el resto de participantes al desfile, así como las ‘Marías’, las nueve mujeres que acompañan a la procesión cubiertas por completo de negro y también descalzas”, explica Teodoro Ruiz Monge, portavoz de la cofradía.

En 2019, el último año que se pudo disfrutar de este rito histórico cuyos comienzos se remontan a principios del siglo XVI, hubo casi una treintena de disciplinantes que empuñaron las madejas, “pero algunos años hemos contado con cerca de medio centenar”. En esta nueva edición todavía se desconoce el número de participantes, pero Ruiz Monge insiste en que “el espíritu se mantiene con la misma emoción que siempre”.

Quedan apenas horas para que el silencio inunde de nuevo las estrechas calles de la villa riojana a partir de las 19:30 horas, durante la Procesión de la Santa Cena, en la que solo se escucharán los latigazos sobre las espaldas de los disciplinantes y la melodía de la banda musical que acompañe los pasos. “No hay nervios porque llevamos mucho tiempo haciendo esto, así que tenemos ganas de volver a procesionar”.

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