El Campus Promete afronta su penúltimo partido de la Liga Endesa Femenina en una triste situación, tras casi dos meses sin ganar y sin jugarse nada, aunque cuando menos intentará lograr una victoria para que sus aficionados acaben con buen sabor de boca y no con la sensación de estos últimos choques.
Desde que el Campus Promete dio por segura la permanencia ha ofrecido una imagen muy pobre y ha sido incapaz de vencer a ninguno de sus rivales, tanto los de la zona alta, como otros más accesibles, a priori.
Curiosamente, uno de los puntos de inflexión de la temporada de las riojanas fue el partido que disputaron en Madrid ante el Estudiantes, todavía el año pasado, que ganaron las madrileñas y dejaron al Campus Promete con pocos objetivos, algo que les ha pesado demasiado.
El Campus Promete dio un punto de esperanza en su último partido en Logroño, ante el Perfumerías Avenida, pero unos días después, en Bilbao, volvieron a cometer demasiados errores.
No obstante, la motivación de despedirse de su público bien, probablemente, aupará al equipo de César Aneas mañana ya que varias jugadoras disputarán su último encuentro en Logroño y quizás también sea la despedida del técnico.
Enfrente tendrán a un Estudiantes metido en los puestos de play-off prácticamente de forma definitiva; las madrileñas son séptimas simplemente porque han sido más regulares que las riojanas y acumulan 14 victorias, con lo que tienen pocas opciones de ser sextas o de perder el puesto, aunque para esos dos objetivos le vendría bien ganar en Logroño.
La norteamericana Arica Carter es su líder en anotación, con 14 puntos encuentro, mientras que bajo canasta domina su compatriota Nadia Fingall, que captura casi 8 rebotes por partido de media.
