La Rioja

Calahorra vuelve a ser Calagurris: “A cohores fratres viventem in aeternum”

Calahorra vuelve a ser Calagurris: “A cohores fratres viventem in aeternum”

“En el vigésimo segundo año del reinado del emperador Tiberio y por orden de Poncio Pilatos, procurador de esta provincia romana; saludamos, con el fervor de la gracia de Mercurio, dios del Comercio y protector de bienes y hombres, al gran mercado artesanal, agrícola y ganadero del insigne municipio de Calagurris”. Después de tres años, calagurritanos y visitantes tenían ganas de volver a escuchar de la voz de Conti las palabras con las que desde 1995 Calahorra abre el fin de semana más especial de todo el año.

Y así, con emoción contenida, ilusión por volver a salir a la calle y, un año más mirando de reojo las previsiones meteorológicas, Paso Viviente y todos y cada uno de los que forman parte de él se enfundaron sus trajes y volvieron a convertir a Calahorra en Calagurris y consiguieron retroceder dos mil años para sumergirse en un mundo de pillos, de buscadores y perseguidos, de senadores y esclavos, de bellas bailarinas y acróbatas de volteretas y saltos mortales.

Un mundo en el que huele a chorizo y a seta y en el que los vinos se beben por cántaras. Un fin de semana de desenfreno, diversión, amigos que se convierten en hermanos de armas y juegos en los que la vida y la muerte penden de hacia donde mire el dedo pulgar.

Y buscando tres años después otra vez todo ello, el desfile inaugural se convirtió en una auténtica declaración de intenciones de lo que iba a ser todo el fin de semana con la sorpresa de los camellos. Las legiones pasearon por las calles del municipio abriendo el paso a carromatos y personajes llegados de todas partes del mundo. Las niñas lanzaron pétales de flores como si no hubiese mañana y los mayores disfrutaron de un momento especial arrebatado durante los dos últimos años. Y mientras el pueblo romano se colocaba frente a las autoridades de hoy, las que son de aquí pero gobiernan en ciudades mayores, las bailarinas comenzaban a mover los cuerpos en unas danzas imposibles mientras el fuego ponía de manifiesto que sí, que esta vez sí, que Mercaforum ya estaba allí.

La mañana se cobijó entre los actos más oficiales y grandilocuentes y las primeras adquisiciones del populacho: ricas sedas de oriente, inciensos y especias, cerámicas de Areso, vidrios de Renania, paños y lanas de Aquitania, brebajes y remedios de la Bética, cereales, caza, frutas, ganados pero también consulta de oráculos, juegos de magia y fuego, farsas y canciones en cualquiera de las calles del mercado. Todo ello por un puñado de denarios y enmarcado en un escenario digno de las leyendas e historias de Virgilio con arcos del triunfo, templos romanos, barcos que surcan los mares y recreaciones arquitectónicas que poco tienen que envidiar a las grandes urbes romanas.

Una vez terminado el momento inaugural, las cuadrillas, los amigos, las familias y los niños han pasado a disfrutar de todo aquello que ofrece Mercaforum. Ni más ni menos que bucear durante todo un fin de semana por la cultura romana, empaparse de ella y disfrutar de sonidos, olores y sabores de un mundo en el que se agarran con fuerza las raíces de la ciudad. Todo ello gracias a una asociación que siempre pone un poquito más y que tienen una sencilla definición: A cohores fratres viventem in aeternum.

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