Universidad de La Rioja

No todas las comunidades tienen actividades para prevenir el suicidio

Un estudio comparativo de los diferentes planes de prevención del suicidio en España señala que no todas las comunidades autónomas tienen previstas actividades dirigidas a la población en general; si bien todas incluyen las relacionadas con el sector sanitario.

La revista ‘Nursing Reports’ ha publicado el artículo ‘Health Plans for Suicide Prevention in Spain: A Descriptive Analysis of the Published Documents’, escrito por investigadores del Grupo de Investigación en Cuidados (GRUPAC) de la Universidad de La Rioja, el Servicio Riojano de Salud, el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y la Universidad Internacional de Valencia.

El objetivo del estudio era describir y comparar las intervenciones descritas en los planes de prevención del suicidio en las diferentes comunidades autónomas de España (incluyendo Ceuta y Melilla); escogiendo un único plan por comunidad, seleccionando el más reciente y excluyendo aquellos que no estuvieran avalados por las entidades gubernamentales y/o sanitarias.

Los resultados de este estudio reflejan que los planes de prevención del suicidio en España, así como sus objetivos y las medidas propuestas en su defecto, son similares en las diferentes comunidades autónomas, aunque con diferentes particularidades en las intervenciones propuestas por cada uno de ellos.

El estudio aprecia que la mayoría de las intervenciones se dirigen hacia los profesionales sanitarios, especialmente en el campo de la salud mental, así como hacia la población más vulnerable. Sin embargo, también se observan otro tipo de medidas enfocadas a ámbitos clave como puede ser la sensibilización en escuelas o la formación de agentes sociales.

Con respecto al género y durante los últimos años, el estudio refleja una variación en la proporción de hombres/mujeres que fallecen a causa del suicidio. Si anteriormente los suicidios se producían más frecuentemente entre varones y las tentativas en mujeres, actualmente se observa un aumento de la proporción de mujeres que llegan a consumar los actos suicidas.

El estudio también señala que no todas las comunidades autónomas cuentan con un programa de prevención del suicidio, sino que la elaboración de este documento responde más a un objetivo incluido en planes más generales como el de salud mental, todavía no desarrollados.

Específicamente, en La Rioja, se dispone de un plan definido para la prevención del suicidio y este abarca intervenciones dirigidas a la comunidad, entre las que destacan la difusión del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), la atención telefónica 24 horas al día, el control del tratamiento farmacológico prescrito o la elaboración de autopsias psicológicas.

Además, se prioriza la investigación epidemiológica relacionada con el suicidio, la creación del Observatorio Riojano de Salud y de la Comisión Comunitaria de Coordinación para la Prevención y Atención de las Conductas Suicidas. La comunidad autónoma de La Rioja incluye intervenciones en centros escolares, penitenciarios, centros de menores, de ancianos y en el ámbito de la medicina forense; e incluye la valoración psiquiátrica urgente, la colaboración y coordinación entre servicios o la creación de grupos de apoyo.

Los investigadores plantean que “es necesario desmitificar que el suicidio es un acto no prevenible, ya que las personas que sufren ideación suicida sienten emociones contradictorias y conviven con sentimientos ambivalentes de muerte hasta instantes previos a cometer el acto suicida, por lo que la elaboración de planes de prevención del suicidio, así como estrategias preventivas, es favorecedor y necesario para conseguirlo”.

Los datos reflejan la necesidad de actualización y adaptación de algunos de los planes de prevención ya que la evolución de la sociedad implica cambios en las variantes que pueden afectar a las causas del suicidio.

El estudio pone de manifiesto los aspectos a valorar e incluir en las revisiones de los planes actuales o en los futuros planes como son la decadencia de los cuidados y la atención sanitaria prestada hacia los trastornos mentales durante la pandemia mundial causada por el SARS Covid-19. En este aspecto, tanto el confinamiento como el nuevo estilo de vida que implica la pandemia son agravantes de factores de riesgo del suicidio.

Actualmente, el grupo de investigación está trabajando en la elaboración de una guía con recomendaciones para la exposición y difusión de las conductas suicidas en los medios de comunicación.

El suicidio en cifras

Las cifras de defunción por suicidio en todo el mundo al año son superiores a 800.000 personas, lo que equivale a un fallecimiento cada 40 segundos; por lo que la prevención del suicidio ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como imperativo global, llegando a ser una labor prioritaria en la salud pública mundial.

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