Agricultura

El campo riojano esquiva el frío helador: “Esta vez nos hemos salvado”

Las primeras impresiones dejan optimismo en el campo, que se ha salvado del frío helador

Un viñedo en Aldeanueva de Ebro, este lunes al amanecer

Con el campo recién florecido, el frío de estas últimas jornadas pudo haber marcado un antes y un después en la cosecha de 2022. Pero esta vez ha habido suerte y se ha salvado (mayormente, porque los daños por meteorología siempre van por barrios).

Había temor, eso sí, en los días previos al fin de semana, sobre todo en zonas de La Rioja Baja, donde el viñedo está más avanzado, con alguna que otra cepa brotada. Pero por el momento no se han registrado daños importantes.

Gustavo Ruiz, presidente de la Cooperativa Frutos del Campo en Aldeanueva de Ebro, se ha dado un paseo este lunes por las viñas a las faldas del Monte Yerga y ha visto el efecto del hielo en las cepas debido al riego por goteo. “Aquí hay zonas ya avanzadas en la brotación, pero apenas se ve afección”.

Cepa recién brotada en Aldenueva de Ebro, este lunes al amanecer.

Los frutales como los almendros también parecen haberse salvado. Al otro lado, en la zona más próxima al Ebro, los árboles ya están ligados (a excepción de los perales más tardíos que siguen en flor) y, “si les soplas, algunos frutos se caen del frío”. Sin embargo, la estación meteorológica del Gobierno de La Rioja instalada en una de sus fincas, a escasos 20 metros del río, no ha recogido ninguna incidencia por hielo a reseñar.

Pedro Martínez comprueba ‘in sutu’ que sus almendros en el término de Quel tampoco han sufrido daños por las heladas: “Hemos alcanzado los dos grados bajo cero y aunque estamos en esta zona próxima a Calahorra que es más propensa al hielo, no se ve que las almendras estén tocadas. Esta vez nos hemos salvado y ya el haber librado tres días consecutivos es una suerte”.

Un vecino le comentaba esas mismas impresiones, pero no cantemos victoria todavía: “Aquí los más mayores cuentan que un 3 de mayo cayó una de esas heladas tardías y se les llevó todo, porque en esas fechas ya no se libra nada. Así que aún existe riesgo”.

Perales de los hermanos Villaverde, en Hormilla este lunes.

Más frío han pasado en La Rioja Alta, pero allí muchos agricultores están preparados tecnológicamente para combatir estos fenómenos meteorológicos. Los hermanos Villaverde disponen de estaciones meteorológicas en sus perales de Hormilla que les comunican cuando se alcanza una temperatura mínima de riesgo para poner a funcionar los aspersores, así que esta madrugada la han pasado en vela.

“A media noche nos hemos juntado con varios agricultores en el campo y hemos visto que los termómetros estaban sobre cero. Hemos aguantado hasta las dos de la madrugada y nos hemos ido a dormir hasta que a las cuatro nos ha llegado el aviso de que el termómetro había bajado a uno y dos grados bajo cero, así que nos hemos puesto a regar con los sistemas de aspersión hasta la una de la tarde”, cuenta el Pedro Mari Valverde.

Perales de los hermanos Villaverde, en Hormilla este lunes.

Un método que provoca el llamado “efecto iglú” porque genera una especie de capa protectora de hielo que mantiene a mayor temperatura el fruto que está en su interior mientras siguen funcionando el riego. “Por eso mantenemos los aspersores funcionando hasta que se derrite todo el hielo. Gracias a este sistema nos salvamos siempre, aunque esta vez se nos han congelado muchos aspersores que no han podido hacer el giro completo”.

Para ver si el fruto finalmente ha sobrevivido al frío o ha sido dañado, explica Pedro Mari, “habrá que esperar unos 15 o 20 días cuando empiece a cuajar la pepita y se vea cómo está porque al helarse los aspersores no sabemos si habrán resultado igual de efectivos que otras veces”.

Desde Agroseguro esperarán a que transcurra esta jornada nocturna para hacer nuevas valoraciones a pie de campo: “Durante el fin de semana se han registrado daños en frutales de Entrena y Albelda de Iregua, y de forma puntual también en otros árboles de hueso, pero por el momento no se espera que reviertan de gravedad”, señala la responsable en La Rioja, Mari Luz Cano.

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