El Ayuntamiento de Logroño, con motivo del Día Internacional de los Bosques, ha plantado 210 árboles en el parque de La Grajera, en un acto protagonizado por 80 estudiantes de primer curso de ESO del colegio Agustinas.
A la actividad han acudido el alcalde Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y el concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, y está incluida dentro del programa de educación ambiental del Ayuntamiento.
Esta iniciativa tiene como objetivo que cada escolar se sienta parte de la naturaleza, a través de ‘su árbol’, ya que cada uno de los ejemplares plantados llevará el nombre de las y los estudiantes, además de concienciar a los estudiantes con la naturaleza.
La zona próxima al aparcamiento de la granja de animales ha sido seleccionada para la plantación de los árboles, setenta ejemplares de la especie Quercus ilex, setenta de Pinus pinea y setenta de Pinus halepensis.
Los alumnos han completado la actividad, que se celebra una vez al año, con un recorrido por la zona en la que se encuentran los gamos, donde educadores del Aula Didáctica han mostrado a los escolares las particularidades de este espacio pedagógico del parque.
El programa de educación ambiental del Ayuntamiento tiene el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía con el medio ambiente; ofrecer información, educación y divulgaciones sobre el medio ambiental; mostrar educación ambiental en diferentes espacios naturales de la ciudad; facilitar información y educación en el tiempo libre, y realizar exposiciones y actividades didácticas.
Por otra parte, la Concejalía de Medio Ambiente realiza durante los meses de febrero y marzo una campaña de plantación de 3.389 árboles y arbustos en Logroño, además de desarrollar un análisis del estado del arbolado actual, así como de los árboles perdidos.
Estas acciones se enmarcan en el Plan Director de Gestión del Arbolado y Zonas Verdes de Logroño, cuyos objetivos prioritarios son conseguir una masa arbórea sana y segura.
Además, busca hacer un uso eficiente de los recursos disponibles; rediseñar la ciudad, equilibrando el verde en los distritos y aumentando su calidad y potencial; incrementar la resiliencia de la ciudad ante retos futuros como el cambio climático; y aumentar la biodiversidad y los beneficios medioambientales, sociales y económicos que proporcionan los árboles.
