La Rioja

La madre de Carolina cree que les ha faltado tiempo para compartir juntas

FOTO: Abel Alonso (EFE)

La madre de Carolina, acusada del asesinato de su hija de 5 años, ha insistido este jueves en el juicio que “nunca” atentaría contra la vida de la niña ni la suya, y ha lamentado que les haya “faltado tiempo para compartir y para enseñarle porque un hijo es un tesoro del que aprendes”.

La procesada ha ejercido su derecho a la última palabra al finalizar el juicio con jurado popular celebrado en la Audiencia Provincial de Logroño desde el pasado 31 de enero, por unos hechos ocurridos en enero de 2020, cuando la niña apareció asfixiada en la habitación de un hotel de la capital riojana.

La Fiscalía, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor ha ratificado en esta vista su petición de prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

“Solo decirles que nunca atentaría contra la vida de mi hija ni la mía. Nos ha faltado tiempo para compartir, para enseñarle, porque un hijo es un tesoro del que aprendes y le enseñas. Veo que me ha faltado ese tiempo y me va a faltar”, ha relatado entre sollozos.

“En ningún momento le he hecho daño. He luchado por ella y no haría nada contra mí, aquí estoy”, ha asegurado, tras lo cual la magistrada ha dado por concluida la vista oral, hasta que mañana se vuelvan a reunir para entregar el objeto del veredicto al jurado, que después se retirará a deliberar.

En su informe de conclusiones, la fiscal ha asegurado que la acusada mató a su hija por “resentimiento, odio y rencor” hacia el padre, porque no soportaba que él tuviera la custodia de la niña; y por ello “ideó dar muerte a la pequeña y, después, suicidarse”.

Ha relatado que la procesada es “coautora” del asesinato de la niña junto a la abuela materna porque hubo un “acuerdo previo” para “dar muerte a la menor”, mediante “un plan previamente convenido, planificado y concertado” entre ambas.

Así, ha constatado que la acusada y su madre dejaron varias cartas de despedida y sus teléfonos móviles escondidos en su domicilio de Haro, antes de alojarse en un hotel de Logroño el domingo 26 de enero de 2020 por la mañana.

La madre de la procesada, quien “se vio estafada y no era capaz de recuperar el dinero perdido, también decidió suicidarse”, ha asegurado la fiscal, quien ha recordado que su cuerpo apareció ahogado en el río Ebro junto a la plaza de toros de la capital riojana el martes 28 de enero.

“En la habitación del hotel suministraron el medicamento Noctamid a Carolina y la dejaron sedada sin posibilidad de defensa. Con las manos o la almohada, taparon sus orificios nasales y la boca, impidiendo que pudiera respirar, y la ahogaron”, ha relatado.

Por su parte, la acusación particular ha recalcado que la abuela materna carecía de móvil para matar a su nieta, pero la acusada “nunca aceptó” que el padre de Carolina tuviera la custodia, era una “madre posesiva” y creía que era la única capaz de cuidarla bien, por lo que sentía “resentimiento y deseo de venganza” hacia su expareja y su actual novia.

De esta forma, ha proseguido esta letrada, “mediante un pacto previamente urdido con su madre, ambas decidieron suicidarse y matar a la pequeña”, por lo que reservaron la habitación para la noche del domingo 26, porque no tenían intención de devolver a la niña a su padre tras el fin de semana.

“No fue un arrebato”, ha subrayado, todo fue “perfectamente planificado y meditado”, ya que, desde agosto de 2019, la acusada mencionó a su hermana su intención de suicidarse, grabó unos vídeos en los que anticipaba lo que iba a ocurrir y dejó cartas de despedida para sus familiares. Por último, ha rogado a los miembros del jurado “justicia para Carolina y su familia, para su padre”.

La acusación popular ha insistido en que Carolina no se pudo defender porque los efectos sedativos del somnífero que le dieron provocó su pérdida de conciencia y ha subrayado el “afán de posesividad” que tenía la acusada hacia su hija.

Las cartas revelan que hubo un plan de suicidio ideado por ambas -acusada y su madre-, que incluía matar a Carolina y ha recalcado que los médicos aseguraron que la procesado no tienen ningún trastorno mental, estaba “obsesionada” por no poder estar con su hija.

A los miembros del jurado les ha pedido que “no tengan un problema de conciencia, no piensen en la acusada, piensen en Carolina, una niña de 5 años que ya no está”. “Hagamos justicia por Carolina y hagamos un favor a esta sociedad”, ha concluido la abogada de la asociación Clara Campoamor.

Por último, la defensa ha argumentado que no están probados los hechos que se imputan a la procesada, de quien ha dicho que tiene derecho a la presunción de inocencia y a un juicio justo. Ante “la falta de pruebas” contra la acusada en este procedimiento, ha citado los indicios que apuntan a que fue la abuela materna de Carolina quien atentó contra su propia hija, le cortó las venas y la dejó “agonizante”. La procesada fue “otra víctima de la locura de su madre”, que fue estafada con 85.000 euros, ha dicho.

“No hay nada que acredite un supuesto pacto de suicidio”, ha añadido, ni el “ánimo vengativo” hacia el padre de la niña, solo había “mala relación” entre ambos, una “enemistad” que se extendió a sus familias. Por la pérdida de la custodia, la acusada sufrió “una fuerte depresión, que llegó a nublar su criterio, no era una enfermedad mental, pero sí una enfermedad del ánimo”, ha incidido esta letrada.

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