La Rioja

Al padre de la niña asesinada en Logroño “le han destrozado la vida”

La psicóloga forense del Instituto de Medicina Legal de La Rioja que evaluó al padre de Carolina, la niña de 5 años presuntamente asesinada por su madre en un hotel de Logroño en 2020, ha asegurado este lunes en el juicio que “le han destrozado la vida” y, por ello, requerirá tratamiento psicológico “a muy largo plazo”.

La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la undécima sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta jornada ha contado con la declaración como peritos de tres médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de La Rioja que participaron en la autopsia de la niña de 5 años y otros cuatro médicos y psicólogos que evaluaron a los padres de Carolina.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

La psicóloga forense que evaluó al padre de la niña tras su muerte ha asegurado en el juicio que desarrolló “múltiples enfermedades psicosomáticas” que alternaron su sistema inmunológico y provocaron una pérdida importante de peso, alopecia, problemas gastrointestinales, dermatitis intensa y falta de apetito, entre otros trastornos.

Otras secuelas psíquicas que le quedaron tras el fallecimiento de su hija, de quien tenía la custodia tras la separación de la acusada en 2016, fueron “disociaciones”, al no saber cómo había llegado a un sitio y qué hacía allí, y “alucinaciones catatímicas”, ya que le parecía escuchar y oler a la niña, derivadas de un trastorno persistente de personalidad tras un acontecimiento catastrófico, ha precisado.

El “duelo patológico” que desarrolló, ha agregado, le obligó a adoptar rituales diarios como acudir al cementerio, leerle un cuento por la noche a su hija o mantener su habitación intacta, que para él, son un “mecanismo de defensa” para reducir su “tremendo sufrimiento” y, si no incorporase estas conductas adictivas a su vida diaria, le generaría una “angustia terrible”.

Ha añadido que este trauma condiciona su calidad de vida en muchos aspectos, ya que él es profesor y trabaja con niños; y no puede hacer de planes de futuro con su pareja, como tener otro hijo, lo que le provoca “un sufrimiento elevado”.

“No se recuperan nunca”

Según un informe que ha citado esta psicóloga, entre el 50 y 70 por ciento de los padres que han perdido a un hijo por una causa criminal no se recuperan nunca.

En el juicio también ha declarado como perito una médico forense que le evaluó, quien ha subrayado que “le han destrozado la vida”, por lo que cree que “es muy difícil que todos los síntomas psicosomáticos desaparezcan en un futuro inmediato” y ha opinado que “no se puede descartar una tendencia autolítica”.

“La valoración del daño sufrido es infinita, no se puede cuantificar”, ha recalcado, por lo que en su informe realizó una baremación por las lesiones psíquicas, según los criterios legales establecidos, “pero otra cosa es el daño moral” sufrido por el padre de Carolina, ha puntualizado.

Otros dos profesionales (el psicólogo forense y la médico forense de Instituto de Medicina Legal de La Rioja) que lo trataron han detallado en el juicio que el padre de la pequeña “integró el hecho traumático (la muerte de la niña) en su día a día para continuar viviendo”. Así, han relatado, para él desarrollar cada ritual diario es su forma de “superar el estado de ansiedad” que le ha provocado la muerte de la pequeña, pero esta conducta no es un trastorno.

Rasgos “paranoicos”

Estos profesionales también evaluaron a la madre de la niña, en quien no detectaron una alteración de su capacidad volitiva o cognitiva ni un trastorno de la personalidad, solo rasgos “paranoicos” que no implican una patología y “narcisistas”, dentro de un patrón de grandiosidad, ambos en relación con la custodia y el cuidado de Carolina.

El juicio, que se prevé concluya este jueves 17 con los informes de conclusiones de las partes, continuará mañana con la declaración de cinco técnicos de histopalogía, química y biología del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y tres policías nacionales.

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