Agricultura

La agonía del campo riojano, en erupción durante 45 años

Corría el año 1977 cuando miles de vehículos agrarios comenzaron a copar los arcenes de las carreteras

Foto: Archivo UAGR-COAG.

Corría el año 1977 cuando miles de vehículos agrarios comenzaron a copar los arcenes de las carreteras comarcales riojanas desde Santo Domingo de La Calzada a Rincón de Soto dibujando una estela multicolor a su paso. Uno a uno, desfilaban los Ebro, los Ford, los Massey Ferguson, los David Brown y los John Deere mientras sus conductores saltaban a la calzada a hacer cortes de tráfico para defender un cambio de dirección en el sector agrario, mayor libertad sindical y, por supuesto, mejores precios para los productos.

Aquella vez, cuentan las voces que vivieron esta movilización en primera persona, fueron pocos los tractores que se quedaron en las cocheras o lonjas de los municipios. “Fue una concentración masiva para pelear por los derechos de los agricultores y ganaderos”. Fue, además, una movilización juvenil. Los aires de la Transición animaron a los más jóvenes a reivindicar su profesión aún a sabiendas de las consecuencias que ello podría tener con la Guardia Civil de aquella época, pero lo cierto es que alguno llegó a pasar la noche en el calabozo. A los veteranos de entonces, en cambio, la experiencia de vivir en una dictadura les hizo ser más cautos y reservados a la hora de exponerse.

Más de cuatro décadas han pasado desde esa primera reivindicación que puso los puntos sobre las íes de unos trabajadores que clamaban mayor organización y libertades, así como una mayor rentabilidad de sus explotaciones. Y desde entonces se han conseguido muchos “logros”, pero la lucha por unos precios que no estén por debajo de los costes de producción sigue en erupción expulsando quejas y demandas que, sin embargo, se dispersan como ceniza en un cielo gris porque ni con un color político ni otro al frente se cumplen.

Han sido varias las “tractoradas” que se han organizado en La Rioja, más las movilizaciones como tal, desde unas organizaciones profesionales y otras, pero siempre con intereses comunes. Y una vez más el campo, unido con sus diferentes colores, ha estallado y ha dicho basta. Los profesionales que ponen la agricultura y la ganadería por encima de todo quieren hacer ruido este miércoles en la capital riojana para demostrar que la batalla por hacer de su sustento algo rentable está más viva que nunca: “Hemos llegado al límite y esto ya es insostenible”.

En esta ocasión serán unos tractores con la última tecnología implantada en sus sistemas los que hagan rugir sus motores sobre el asfalto. Con algunas marcas ya desaparecidas y otras renovadas, los grandes neuméticos de los Fendt, New Holland, Caser y John Deer rodarán por las calles logroñesas para hacer ver que son un pilar imprescindible en la economía de la región y también en la sociedad, “como ya se reconoció durante los peores meses de la pandemia”. Quienes ya preparan sus mejores galas para esta cita rural insisten en que quieren que sea algo “pacífico pero llamativo”.

Así, la gran “tractorada” convocada por las tres organzaciones profesionales agrarias de la región (UAGR-COAG, ARAG-ASAJA y UPA La Rioja, con el respaldo de FECOAR) descenderá del Palacio de los Deportes hasta el Espolón para ponerse frente a las sedes del Ejecutivo regional y de la Delegación del Gobierno en La Rioja y clamar por el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria. Pero no solo eso. El sector primario riojano atisba un futuro lleno de sombras. No hay declaraciones políticas que sirvan, el campo riojano quiere hechos que aseguren la continuidad de sus explotaciones.

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