La Rioja

Nuevos horizontes para la movilidad riojana: más sostenible y conectada

En unos escasos 5.000 kilómetros cuadrados, con 174 municipios al abrigo de valles y sierras, La Rioja aborda uno de sus principales retos como eje del trabajo transversal del Plan de Transformación para diseñar un nuevo sistema de movilidad que se caracterice por ser sostenible, seguro y conectar todas y cada una de las localidades de la región de manera integral y eficiente.

La movilidad constituye una de las líneas de actuación del proyecto Territorio Digital de Servicios, cuyo fin es “ofrecer a la ciudadanía los mejores servicios y cuidados personalizados en todos los pilares del estado de bienestar, independientemente de su lugar de residencia”. Por ello, partiendo de un sistema de movilidad tradicional que se extiende por toda la geografía, la región quiere abrirse a nuevos horizontes que transformen los modos de desplazamiento y apuesten por soluciones innovadoras que ya se están llevando a cabo en otros puntos del país y fuera de sus fronteras.

Así, dentro de esta línea de desarrollo de la movilidad sostenible, el Ejecutivo ha impulsado un proyecto piloto en colaboración con el Gobierno central que busca implantar un sistema de conexión en red con vehículos eléctricos o híbridos enchufables. Todo ello para lograr optimizar la movilidad interna y externa de la comunidad tanto para vecinos como para turistas, a la vez que se promueve la cohesión territorial y social y la igualdad de oportunidades entre el ámbito rural y urbano.

Con una inversión de cinco millones de euros no solo se quiere conectar los municipios de la sierra entre sí y vincularlos con la zona del valle, sino que el proyecto busca traspasar fronteras y enlazar con los principales nodos de transporte de viajeros de las comunidades cercana. Una “solución a corto plazo a la movilidad externa de la región” que mejore el desarrollo del tejido empresarial riojano y el posicionamiento turístico en el mercado nacional e internacional.

Un eje de actuación vinculado a su vez con la dimensión turística de los proyectos Enorregión y Valle de la Lengua que pretende acercar el patrimonio histórico y cultural de la zona a los visitantes a través de lanzaderas que unan los principales nodos de transportes con los lugares de interés. Se apuesta, por tanto, por asegurar un desplazamiento a toda la sociedad, en especial a aquellas personas con mayores dificultades para ello, como las que no poseen carnet de conducir, las personas mayores, dependientes o con movilidad reducida, pero también a viajeros que se desplacen por ocio para conocer la zona.

En España existen algunos ejemplos de movilidad flexible, como es el caso de la iniciativa implantada en la Sierra de Madrid. A través de un sistema de transporte a demanda, siete líneas conectan los diferentes municipios que conforman la mancomunidad del Valle Norte de Lozoya para conectar a sus vecinos que necesitan desplazarse y no pueden hacerlo por su propio pie. Así funciona Sierracar, “un servicio barato, útil, necesario y fácil de usar” que podría evolucionar un paso más a través de la digitalización y la sostenibilidad para unir las localidades riojanas más alejadas del valle.

Este servicio de transporte a demanda se hecho realidad también en otras comunidades como Castilla y León o Galicia. En Asturias, por ejemplo, han lanzado el plan ‘Optibús’ con el que se pretende completar las plazas libres de los autobuses escolares con usuarios en general que necesiten desplazarse en zonas que por su baja densidad de población carecen de una red de transporte público. Soluciones personalizadas a necesidades concretas que apuestan por dar servicio solo cuando exista una demanda. Los pasajeros hacen sus reservas previas tanto de ida como de vuelta y así se consigue ajustar los costes del servicio y ofrecerlo por unos gastos mínimos.

Otro caso de éxito viene de la mano de la firma de automóviles Hyundai. En 2019 impulsó VIVe, un servicio de coche compartido cien por cien rural y cien por cien eléctrico en Campisábalos (Guadalajara) que ya se ha extendido a otros municipios del país.

La movilidad sostenible e inteligente es ya una realidad y La Rioja no quiere quedarse atrás en la implantación de alternativas similares que rompan con la visión tradicional de la dependencia del vehículo propio y creen lazos más flexibles y participativos que unan núcleos rurales y urbanos.

* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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