La Rioja

Australia: un viaje de contrastes extremos, pero para todos los públicos

Sergi García.- Con 19 lugares de interés declarados Patrimonio de la Humanidad, más de 500 parques naturales y una biodiversidad única en el mundo, viajar a Australia es una decisión que jamás defrauda. Sin olvidar solicitar con antelación nuestro visado, un viaje que, sin duda, nos transportará a la esencia de la belleza hecha territorio.

Redescubriendo el lugar donde coexistimos

El mundo, nuestro planeta, es una caja de sorpresas cuya belleza y descubrimientos parecen no tener fin. Y, mientras el turismo espacial queda todavía lejos de nuestras posibilidades —más por una cuestión económica que no de ganas—, decidir viajar a lugares como Australia puede marcar un antes y un después en nuestro amor y respeto por donde coexistimos. Caracterizado por una flora y una fauna sin igual, a cada cuál más exótico e impresionante, este país de Oceanía es una fuente inagotable de aventura. Tanto si nos interesa adentrarnos en lo salvaje, como si preferimos dejarnos llevar por alguna de sus ciudades más vibrantes y concurridas.

Sin embargo, antes de planear nuestro próximo viaje a esta maravilla circundada por los océanos Índico, Antártico y Pacífico, no debemos olvidar solicitar nuestro visado de viaje a Australia para hacer efectivo el vuelo. En esencia, un documento cuya finalidad es la de informar al gobierno del país anfitrión sobre nuestra llegada, así como de cuál es la motivación de nuestro viaje. Aunque parezca un largo tramo burocrático, con la posibilidad de adquirirse vía online de forma muy sencilla. Así que, si planeas dirigirte a Australia, no dudes y Solicita una visa en VisaTurismo.es, plataforma donde también poder solicitar a otros países del globo que requieren de visado.

Australia: un territorio verdaderamente único

En la comunidad de Internet, Australia es conocido como el país donde todo quiere o puede matarte, desde la climatología hasta los animales e incluso la naturaleza. A pesar de lo hiperbólico de este cliché, en algo no se equivoca. Y es que Australia goza de una increíble variedad de hábitats donde, por lo tanto, se establecen todo tipo de fauna, pero también de flora. Tanto es así que más del 80 % de los mamíferos y las plantas con flor australianas son endémicas, es decir, originariasde Australia. Lo mismo que sucede con el 90 % de los peces costeros, el 45 % de las aves del país y, respondiendo al cliché, la gran cantidad de animales venenosos propios de Australia.

Con estos datos no es de extrañar que el principal atractivo turístico de la isla consista en conocer sus animales más populares y visitar sus paisajes de infarto. Tanto es así que Australia posee nada más y nada menos que de más de 500 parques nacionales,contando con zonas y regiones debidamente declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Donde podemos encontrar los bosques húmedos de Gondwana en la costa oriental, circundados por volcanes. O, si preferimos un paisaje más marítimo, la Gran Barrera de coral australiana, situada en el noroccidente, ecosistema de más de 4.000 variedades de moluscos, 1.500 de peces y 400 de coral.

En suma, Australia, con unas 20.000 playas y 8.000 islas, además de un terreno que pasa de lo tropical a lo desértico y de lo volcánico a lo glacial, reúne hasta 19 lugares declarados Patrimonio Mundial. Si bien algunos están debidamente señalizados para, des del respeto, convertirse en fuente de atracción turística, algunos de estos espacios naturales son remotos y de difícil acceso, por lo que resulta arriesgado ir por cuenta propia. Motivo por el que, si el espíritu de aventurero no radica puramente en nuestro corazón o si, por el contrario, los lugares más accesibles ya bastan para absorber la belleza australiana, la civilización puede ser otra vía más que interesante.

Entre la vibración de la ciudad y el sosiego de los pueblos

En caso de decantarnos por una visita más segura, alejada del frenesí emocional del paisaje natural, Australia también dispone de ciudades y pueblos de gran contenido. Entre las ciudades más conocidas se encuentran Sídney —la más poblada y lugar de la emblemática Casa de la Ópera—, y Melbourne —catalogada como una de las mejores ciudades donde vivir, con los Royal Botanic Gardens y su carga museística y artística como puntos de interés. Siendo también dignas de mención las ciudades de Brisbane, donde disfrutar de festividades locales como el Riverfestival, y Perth, donde coexisten la ciudad en su más nítida definición con la naturaleza de marca australiana.

No obstante, es posible que algunos viajeros prefieran visitar lugares más calmados. Razón por la que los pueblos de Australia son también una oda a la esencia de la isla. Encontrando lugares como el estilo hippie de Byron Bay, territorio enclave de muchos surfistas. Cerca de la costa, encontrando también pueblos como Broome y sus atardeceres al Índico y las tranquilas Noosa Heads, con parque nacional y sobrecogedores miradores. O, en el extremo opuesto, la pequeña localidad de Alice Springs, rodeada de puro desierto australiano y muy cerca de la enorme formación rocosa Uluru, de casi 350 metros de altura y 9.000 km de contorno.

En definitiva, queda claro que Australia se erige en el ámbito de los lugares de destino como un territorio único y diverso, donde todo tipo de viajero tiene cabida. Des del turista que disfruta de tomar un café en un bar con buenas vistas, y el viajero que opta por conocer la idiosincrasia natal a través de los pueblos, hasta el individuo con mayor apetito de aventuras. Eso sí, un viaje para el que, como antes se ha mencionado, no podemos olvidar nuestro visado. Mediante plataformas como VisaTurismo, cuestión de pocos minutos rellenando el formulario con nuestros datos y ¡listo! Porque, en la vida, a veces, basta con muy poco para saborear la belleza de lo auténtico.

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