La Rioja

ARDACEA estrena su nueva sede en el Paseo del Prior de Logroño

La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, ha inaugurado este martes, coincidiendo con el Día del Daño Cerebral, la nueva sede de la Asociación Riojana de Daño Cerebral Adquirido (ARDACEA) en el Paseo del Prior de Logroño. En el acto ha intervenido también el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y el presidente de ARDACEA, Emilio García Ulecia. Además, se ha leído el Manifiesto del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido y han realizado una visita a las instalaciones.

La presidenta se ha congratulado de que gracias a la cercanía de todas las administraciones “pueda haber un espacio como este donde las personas afectadas puedan rehabilitarse, más allá de las circunstancias personales”. Por su parte, el alcalde de Logroño ha agradecido el trabajo y el esfuerzo de la asociación y ha recordado que “cualquiera puede sufrir un ictus o un traumatismo y necesita estar acompañado y apoyado”.

En su nueva sede, de 150 metros cuadrados, ARDACEA ofrece a las personas socias y a la población riojana un programa de atención integral especializada en DCA. Este programa de neurorrehabilitación incluye servicios de atención social, neuropsicología, terapia ocupacional, logopedia, fisioterapia y psicopedagogía, para lo cual la nueva sede cuenta con un equipo humano y salas específicas para cada servicio.

Todo ello está coordinado por la directora gerente y con seis profesionales en plantilla: trabajadora social, neuropsicóloga, terapeuta ocupacional, logopeda, fisioterapeuta y psicopedagogo.

El local es una cesión del Ayuntamiento de Logroño y la adecuación se ha financiado en dos fases con la subvención procedente del tramo autonómico del IRPF de 2019 y 2020, con las cuotas de socios. En el equipamiento se ha contado con la ayuda de la Fundación Decathlon para equipar la sala de fisioterapia, cuyos representantes han acudido hoy a la inauguración. Los Amigos Fondistas de Lardero han ayudado con casi 5.000 euros, procedentes de la recaudación de la sansilvestre de 2019.

Día del Daño Cerebral

Este martes, como cada año desde que en 2007 lo decretase el Consejo de Ministros, se celebra el Día Nacional del Daño Cerebral. Con motivo de esta fecha, ARDACEA expone la necesidad de que las aproximadamente 5.000 personas con daño cerebral que residen en La Rioja puedan acceder a una rehabilitación especializada; independientemente de su localidad de residencia, edad, secuelas o capacidad económica.

Tres personas socias de ARDACEA, Maricarmen, Rafa y Laurentino, afectadas por DCA, han leído el Manifiesto del Día del Daño Cerebral. Ellas han tomado la palabra para reivindicar que se escuche su voz y se atiendan sus peticiones. La asociación se une en este acto a FEDACE, a todas las asociaciones de DCA de cada Comunidad Autónoma y a todas las personas que, en España, están pasando por una situación similar y cada día luchan porque sean reconocidos sus derechos.

“La neurorrehabilitación es fundamental para que las personas con Daño Cerebral puedan recuperar su antigua normalidad en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, muchas personas con daño cerebral no pueden acudir a ella, ya sea por no poder costeársela, porque no haya ningún recurso de atención cerca de su localidad, o por no ser informadas de las secuelas y rehabilitación del Daño Cerebral”, han señalado.

Por ello, FEDACE (Federación a la que pertenece ARDACEA) reclama “una Estrategia Nacional de Atención al Daño Cerebral que garantice la máxima calidad de vida posible a cada persona con esta discapacidad, así como un censo de personas con Daño Cerebral que ayude a dimensionar los recursos precisos para la rehabilitación e inclusión social de este colectivo”.

La Guía de principios básicos de Neurorrehabilitación de la Sociedad Española de Neurorehabilitación recoge las siguientes pautas: “Deben recibir neurorrehabilitación todos aquellos pacientes que, tras un daño cerebral adquirido, hayan alcanzado una mínima estabilidad clínica. La neurorrehabilitación debe ofrecer tanto tratamiento como sea posible en términos de frecuencia, duración e intensidad (al menos 45-60 minutos de cada modalidad de terapia específica que el paciente precise). La neurorrehabilitación requiere un equipo transdisciplinar coordinado, con el conocimiento, la experiencia y las habilidades para trabajar en equipo tanto con pacientes como con sus familias. En la fase aguda, y para los casos más graves, se recomiendan programas de rehabilitación en unidades hospitalarias, procediéndose a tratamiento ambulatorio tan pronto como la situación clínica lo permita y se puedan mantener los criterios de intensidad. La duración del tratamiento debe basarse en la respuesta terapéutica y en las posibilidades de mejoría, en función del mayor grado de evidencia disponible. Al alta deben ofrecerse servicios de promoción de la salud, actividad física, apoyo y seguimiento para garantizar que se mantengan los beneficios alcanzados, detectar posibles complicaciones o valorar posibles cambios en la funcionalidad que hagan necesario el acceso a nuevos programas de tratamiento”.

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