La Policía Nacional detuvo el pasado lunes al presunto autor de un delito de robo con fuerza, llevado a cabo dentro de una vivienda de Logroño. Los hechos ocurrieron alrededor de la una de la madrugada. La alarma de la casa saltó y la compañía alertó al 091 al ver por las cámaras a un individuo en el interior de la misma.
A su llegada, los agentes comprobaron que la puerta de acceso a la vivienda no presentaba signos de forzamiento sino que se encontraba perfectamente cerrada. Sin embargo, observaron que una de las ventanas correderas de dicha vivienda se encontraba abierta.
En ese instante, la patrulla escuchó gritos procedentes del exterior de la vivienda. ¿Qué ocurría? El presunto ladrón se encontraba agarrado a la barandilla de la terraza del cuarto piso con todo el cuerpo fuera y mirando hacia abajo. Dada la situación, intentaron tranquilizar al hombre dado el peligro existente, ya que la vivienda se encontraba a unos 16 metros de altura aproximadamente.
Tras la conversación, la Policía Nacional logró que desistiese de lanzarse al vacío y consiguió que se tranquilizase hasta descolgarse a la terraza del piso de abajo. Ante los ruidos, la propietaria de esa vivienda se despierta, levantando la persiana del dormitorio e informando a la vecina de lo sucedido.
Los agentes bajaron tercer piso y, al llegar al dormitorio de la terraza, comprobaron que el varón seguía queriendo huir. Uno de los policías le agarró ‘in extremis’ por la cintura evitando que cayera a la calle, siendo ayudado por otro de los agentes.
Los dos policías y el detenido cayeron entonces al suelo de la terraza, resistiéndose el mismo e intentando huir de nuevo. Causó heridas a los agentes, teniendo que recibir ambos asistencia sanitaria. Finalmente, el presunto autor de los hechos acabó arrestado. A continuación, otro de los agentes se dirigió al piso al que habría accedido el detenido, donde comprobó que la ventana del baño se encontraba rota y desencajada. Asimismo, encontró en el baño el teléfono móvil del ahora detenido.
El detenido, un varón de 38 años de edad, procedente de Mali con domicilio en Logroño, posee tres identidades diferentes. Le constan diecinueve antecedentes anteriores por diferentes hechos delictivos, ocho reclamaciones cesadas. Tras la tramitación del pertinente atestado fue puesto a disposición de la autoridad judicial.
