Eran hasta ahora 21 municipios los que iban a sumarse al sistema supramunicipal del Consorcio de Aguas para tomar aguas del río Cidacos pero, a partir de este jueves, serán 22. Y es que Calahorra ha decidido sumarse a este proyecto de región que tiene como objetivo que 22 municipios de la zona, en torno a cien mil habitantes, compartan una infraestructura común de la que sus sistemas de abastecimiento de agua se nutran. Así, previsiblemente a partir del 2027, Calahorra dejará de tomar sus aguas del Ebro para hacerlo del Cidacos. Un cambio que, según la alcaldesa de la ciudad, Elisa Garrido, beneficiará al municipio en tres puntos fundamentalmente.
Para ella, hay tres puntos claves en los que mejoraría el servicio del que ahora disponen los calagurritanos. “Inicialmente va a haber una reducción importante de los costes de producción para llevar el agua desde el río hasta la casa de los vecinos de la localidad; además tras un arduo acuerdo con el consorcio hemos conseguido que realicen a cambio de incluirnos dentro del proyecto una inversión en infraestructuras hidrográficas que puede cifrarse en 6,8 millones de euros y por último va a ser clara la mejora de calidad del agua que llegue hasta nuestras casas”, ha explicado.
Así, uno a uno, ha detallado los tres puntos beneficiosos para el municipio explicando que a partir del momento en el que terminen las obras, el agua llegará a Calahorra simplemente por la fuerza de la gravedad por lo que se podrá evitar utilizar los tres sistemas de impulso que se usan a día de hoy que además de ser costosos (se cifra que suponen el mismo gasto en luz que 2.000 hogares medios de la ciudad) tienen una vida útil limitada. “El sistema va a ser mucho menos costoso para el consistorio que actualmente paga de costes de producción de agua 0.292 euros por metro cúbico”, ha dicho.
Además el consistorio ha negociado tanto con el Consorcio como con el Gobierno de La Rioja la realización de diferentes infraestructuras por un total de casi 7 millones de euros. Éstas incluyen la creación de un nuevo depósito de agua (ubicado previsiblemente en La Plana) de 1,8 millones de euros y que tendrá autonomía de entre 12 y 36 horas que mejorarán las dos horas de autonomía que tiene el que se encuentra ahora en la Era Alta. Además también el consorcio se hará cargo del ramal por un valor de 2 millones de euros que llevará el agua al depósito y otro de 1,5 millones de euros del depósito al casco urbano. Por último, el Gobierno de La Rioja se hará cargo de las arterias necesarias para cambiar el sentido del agua que ahora llega del norte y en un futuro llegará del sur con otros 1,5 millones de inversión.
Por último, las mejoras pasan por una mejoría evidente de la calidad del agua. “Simplemente si hablamos de la cal, en estos momentos el agua que entra del acuífero del Ebro entra con un grado de 60 en cal que se queda en 20 tras la depuración y la que entrará del Cidacos ya antes de pasar por la depuración estará por debajo de esos niveles”, ha explicado.
Un proyecto al que se va a sumar Calahorra tras el Pleno extraordinario de mañana, donde se votará la adhesión al mismo, que solucionará posibles problemas de abastecimiento futuros, cuando las instalaciones de las que dispone ahora el municipio se queden obsoletas. “Los proyectos van a empezar en breve y Calahorra tenía que decidir sumarse o no ahora, luego ya no lo podría hacer y por eso, después de un año de negociaciones hemos decidido que era la mejor opción para el futuro hídrico de la ciudad”, ha señalado.
El sistema que ahora tiene Calahorra se seguirá utilizando hasta que pueda pasarse a utilizar el nuevo, allá por 2027, cuando las obras de la actual potabilizadora estén ya amortizadas. “Además el Consorcio se encargará de su mínimo mantenimiento después para que si se da el caso de problemas de sequía pueda utilizarse el actual en momentos precisos”, ha comentado.
Una clausula con polémica
Entre todas las cláusulas hay una que ha provocado la reacción de uno de los grupos de la oposición. Así el consistorio tendrá que mantener el acuerdo con el Consorcio durante, al menos 30 años, desde su puesta a punto, es decir, hasta 2057. En el caso de querer salirse de él, el consistorio tendría que pagar 200.000 euros al año de penalización. Algo que para Ciudadanos “suscita múltiples dudas ya que además llega al pleno sin que el equipo de gobierno haya facilitado a los grupos de la oposición la suficiente información respecto a este tema”. La alcaldesa de Calahorra ha explicado que “es una cláusula que han firmado todos los municipios que se han adherido a la supramunicipal porque son 30 años los que marca el Estado para este tipo de infraestructuras y no es más que el coste de amortización de las obras que se van a hacer en la ciudad gracias a esta adhesión”, ha explicado.
