Crisis del Coronavirus

La enfermería, “piedra angular” de la campaña de vacunación

Rebeca Palacios (Logroño). Pinchazo a pinchazo, los profesionales de enfermería de La Rioja han desarrollado en los últimos meses un “trabajo titánico” frente al COVID y se han convertido en la “piedra angular” de la campaña de vacunación, a la que han dedicado largas jornadas en Navidades, Semana Santa y otros días festivos.

Casi ocho meses después de inocular la primera dosis en la residencia Fundación Hogar Madre de Dios de Haro, en un lejano 27 diciembre, el equipo de enfermeras de Rioja Salud ha administrado ya más de 240.400 pinchazos entre la población riojana.

En centros de mayores, dispositivos itinerantes en aparcamientos, carpas, instalaciones deportivas y domicilios, unas 300 enfermeras de Rioja Salud ya han logrado el objetivo de vacunar al 74,6 por ciento de los mayores de 12 años y continúan con su trabajo con una precisión de reloj suizo en el “vacunódromo” instalado en la planta baja del Palacio de Congresos de Logroño, Riojafórum.

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

En el vestíbulo inferior de este edificio se administran actualmente unas 2.500 vacunas al día, muchas de ellas a adolescentes que acuden acompañados por sus padres, por lo que el trasiego de personas se duplica, pero sin sensación de aglomeración gracias a la experiencia acumulada en la planificación de esta campaña.

De organizar dispositivos sabe mucho ya Victoria González, la coordinadora de equipos de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria, quien ha asegurado a Efe que han tenido que “reinventarse” constantemente, para moverse, “a la vez que se movía la pandemia”.

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

Estos últimos meses han sido, para ella, “toda una experiencia”, tras pasar la tarde de Reyes vacunando a residentes en un centro de Cenicero o dedicar el día de Viernes Santo a diseñar el dispositivo que se estrenaría días después en Riojafórum. Esta profesional ha colaborado en la organización de los puestos de vacunación, actualmente doce en este edificio, pero también ha echado manos para montar las carpas o colocar los contenedores.

Otra de las protagonistas “en la sombra” en esta campaña de vacunación es Ruth Cotelo, coordinadora de Cuidados de la Dirección de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria, quien además fue la encargada de poner la primera vacuna en La Rioja a Javier Martín, en la residencia de Haro.

HARO, 27/12/2020.- Javier MartÌn, de 68 años, residente de la Fundación Hogar Madre de Dios de Haro ha sido el primer ciudadano vacunado contra el COVID en La Rioja. EFE/Abel Alonso

Cotelo ha recordado a Efe que el objetivo principal de esta campaña ha sido facilitar al máximo la asistencia a los puntos de vacunación, instalados en todas las comarcas de La Rioja. “Las vacunas siempre han sido una gran baza para la humanidad a lo largo de la historia, han salvado muchas vidas, y en este caso se han demostrado que son seguras y fiables”, ha recalcado.

Tras completar la vacunación en grupos vulnerables y por rangos de edad, se optó por la autocita, la opción más escogida por los más jóvenes, un sistema con el que se ha logrado que la totalidad de los citados acuda a vacunarse.

Ha recalcado que los profesionales de enfermería han sido “la piedra angular” de la campaña de vacunación, se han implicado desde todas las unidades, incluso algunas eméritas ya jubiladas y 23 alumnos de la Escuela de Enfermería.

FOTO: Raquel Manzanares/EFE.

Entre ellos, Jorge Sampedro, estudiante de último curso, quien no dudó “echar una mano” para luchar “contra esta pandemia mundial”, un trabajo que le llena de “orgullo”, ha dicho a Efe sin perder la sonrisa entre vacuna y vacuna. Esta labor le ha permitido sentirse “muy reconocido”, porque se trata de dar un paso más para “recuperar la normalidad, socializar más y que todo vuelva a ser como antes”.

La responsable del equipo de vacunación, Tamara Morrió, también comenzó a trabajar en la campaña en Haro en diciembre, fecha desde la que ha reconocido a Efe que todos los profesionales sanitarios han ido “aprendiendo unos de otros” y han ganado en habilidad y capacidad de adaptación. “Tenemos ganas ya de acabar, pero no vemos el fin, aunque la situación es mucho mejor que hace seis meses”, añade esta enfermera.

“En las residencias, la gente mayor nos recibía con pancartas y se emocionaba mucho al recibir la vacuna, es comprensible, porque son los más vulnerables y los que más han sufrido”, ha relatado. Meses después, “como ya se ha normalizado más el proceso”, ha indicado que los pacientes también agradecen la vacuna, pero no con la misma emoción.


Laura, con los 12 años cumplidos en mayo, se lleva puesta una dosis y la cita para la segunda el 9 de septiembre, justo al inicio del curso escolar, lo que supone un gran alivio para su madre, Olga Martínez.
Para ella, “la única manera que existe de acabar con la pandemia es la vacunación, como ha pasado con el resto de enfermedades a los largo de todas las épocas”.

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