La Rioja

El adiós a Martínez Somalo, el riojano “que los papas querían a su lado”

FOTOS: Raquel Manzanares/EFE.

La ermita de la Virgen de los Parrales de Baños de Río Tobía se ha llenado este viernes con decenas de vecinos y familiares del recién fallecido cardenal Eduardo Martínez Somalo, de cuerpo presente, que han querido despedir al que consideraban “como uno más” del pueblo que le vio nacer hace 94 años.

Así es como lo ha definido a Efe durante la celebración de la capilla ardiente uno de los sobrinos de Somalo, Matías Sobrón Martínez, residente en este pueblo al que el cardenal regresaba en verano hasta 2013 desde el Vaticano, donde fue “un hombre al que los papas querían a su lado”.

Martínez ha saludado a todos aquellos que se han acercado a visitar el ataúd de su difunto tío, que permanece en esta ermita desde este jueves, adornado con flores y una fotografía junto al papa San Pablo II, prueba de su buena relación, y frente al que, a media mañana, unas 50 personas han participado en una oración colectiva por su alma.

Ha explicado que tuvo “muchísima relación” con Somalo, entre otros motivos, porque él le acompañaba desde Baños a Madrid para coger un avión de vuelta al Vaticano, donde ocupó “cargos de mucha responsabilidad con gran solvencia”, como el de camarlengo de la Iglesia Católica entre 1993 y 2007. Sin embargo, ha proseguido su sobrino, “no era una persona que hiciera resaltar sus cargos, sino que en el pueblo era uno más, conocía a todas las familias y hablaba con todo el mundo”, por lo que “aquí siempre se le ha apreciado”.

Querido “una barbaridad” en su pueblo

De aquellos veranos en los que este cardenal visitaba su pueblo natal, periodos en los que se quedaba a vivir en la casa familiar, Martínez ha recordado que “se desvivía por la familiar”, y “a nivel del pueblo, tenía relación con todos; él se ponía su sotana y hablaba con todos, callejeaba y decía misa de forma habitual los domingos”.

“El pueblo le quería una barbaridad por la cercanía que demostraba a todos, tratándoles por igual, y él ha querido mucho a su pueblo, y quiso venir a descansar aquí”, ha resaltado este sobrino, uno de los muchos que se han acercado a la capilla ardiente de forma previa al funeral, previsto para este viernes por la tarde.

Entre los vecinos y conocidos que han visitado la ermita se encontraba el sacerdote diocesano Fernando Loza, también sobrino de Somalo, al que se ha referido en declaraciones a Efe como “muy de Baños, de su gente y de las familias”, algo que ejemplifica que “conocía a todo el mundo, y no solo al pueblo físicamente, sino al espíritu de este pueblo”.

Loza, a quien el papa Juan Pablo II concedió el título de monseñor, ha recordado que su tío tuvo “puestos muy delicados” en el Vaticano, donde “ha sido fidelísimo al papa y a la santa Iglesia, y eso consuela dentro de la pena lógica por su muerte”. “Él estaba deseando volver a Baños de Río Tobía, y me manifestó muchas veces que quería regresar a este pueblo a descansar en la tumba familiar con sus padres, sus hermanos y sus familiares; y lo hemos cumplido, lo hemos traído desde el Vaticano para cumplir ese deseo”, ha subrayado.

Ha mostrado su “consuelo” personal por el hecho de que los restos mortales de este cardenal “hayan pasado las últimas horas con la Virgen de los Parrales”, cuya figura preside el retablo de esta ermita y se sitúa justo encima del ataúd. “Aquí, a los pies de la Virgen están su cadáver y los restos mortales, pero confío en que su alma y su corazón estén más arriba, en el corazón de la Virgen”, ha expresado el sacerdote.

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