El fin de semana de la Virgen cierra la jornada en Castilla y León con diversos focos de incendios originados en varios puntos de la comunidad autónoma. Uno de ellos localizado en el término de Pancorbo, Burgos, y que ha obligado al Gobierno a solicitar ayuda al Ejecutivo riojano.
Desde aquí se ha desplazado una dotación de medios aéreos con un helicóptero y dos aviones, así como un técnico de extinción, un agente forestal, una autobomba y dos retenes. El fuego ha provocado el corte de la N-1 en ambos carriles en los puntos kilométricos 302 y 303 a causa del humo y el polvo, por lo que la Dirección General de Tráfico ha desviado el tráfico.
Al sur de la comunidad, la provincia de Ávila ha sido el escenario de otro incendio que este sábado hizo saltar las alarmas entre los municipios de Navalcruz y Cepeda al prenderse junto a la N-502 un vehículo. El fuego ha alcanzado tal dimensión que ya ha arrasado con 10.000 hectáreas de matorral, pasto, pinos y árboles en un radio de 40 kilómetros, tal como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
Junto a 258 efectivos de la UME, hasta allí han volado dos aviones de carga en tierra desde la base de Agoncillo para ayudar en las labores de extinción. Varios núcleos de población han tenido que ser también evacuados afectando a cerca de un millar de personas y algunas viviendas y propiedades según fuentes de la Junta de Castilla y León, han podido ser dañadas.
Un incendio que se mantiene en el nivel 2 de peligrosidad en una escala del 0 al 3 y que ha dejado restos de cenizas y polvo en la capital abulense, a 20 kilómetros de alguno de los frentes.
