Cultura y Sociedad

Logroño, “epicentro de la poesía del norte de España”

Ha comenzado la XVII edición del festival de poesía ‘Agosto Clandestino’ en La Rioja que tiene lugar a lo largo del mes de agosto. Durante sus cuatro primeras ediciones fue un evento autogestionado y con colaboraciones privadas, pero ha ido creciendo con el paso del tiempo. Este año han creado ‘Café con hielo y poesía’, un ciclo que se realiza a las 17:30 horas en la librería Santos Ochoa de la calle Calvo Sotelo. Enrique Cabezón, el organizador del festival, siempre intenta que el programa sea lo más rico y plural posible, garantizando unos estándares de calidad altos.

– ¿Cómo han organizado este año el festival?

– El año pasado fue completamente ‘online’, estábamos en plena pandemia, pero no estábamos vacunados, por lo que era mucho más peligroso realizarlo. Este año lo que buscábamos es que fuese una cosa mixta. La presencialidad hace que sea algo distinto y enriquecedor, porque es agradable poder ver a la gente a la que llevas tanto tiempo sin ver, respetando unas medidas de seguridad estrictas y muy marcadas, y a la vez lo emitimos en directo por las redes. Hemos notado que gracias a hacerlo ‘online’, el altavoz es mucho mayor y tenemos un seguimiento de lugares muy alejados geográficamente, de Latinoamérica fundamentalmente, y lo agradecemos mucho. Empezamos el pasado sábado con diferentes actividades y van funcionando muy bien, estamos muy contentos por ello.

– ¿Tiene cabida la poesía en una comunidad como La Rioja?

– Si hay algún sitio en el que debe tener cabida la poesía es aquí, porque Gonzalo de Berceo, el primer poeta conocido de nuestra lengua, era riojano. La verdad es que ya hay un público fiel que viene siempre a las actividades. Los autores que han presentado con anterioridad se quedan a ver a otros, porque de alguna manera, Logroño se ha convertido en el epicentro de la poesía del norte de España. Vienen espectadores de Bilbao, Pamplona, Santander… Creo que hemos conseguido convertirnos en un referente, porque nadie confiaba en que la gente respondiera a esto durante el mes de agosto.

– Ya llevan 17 años con este festival, ¿cuál es la clave del éxito?

– Creo que sobre todo lo que hemos hecho bien ha sido el tomarnos en serio lo del fomento de la lectura. Creamos unos cuadernos pequeños y ya llevamos cerca de 63.000 repartidos de forma gratuita. Además, son libros muy humildes de factura, pero van firmados y numerados por los autores, solo hay 300 ejemplares de cada uno y el objeto como tal tiene mucho valor. El público del festival ha aprendiendo con nosotros a aceptar otras estéticas y a tener curiosidad por propuestas más rompedoras y atípicas.

La poesía está presente en muchos aspectos de la vida, como en la publicidad, en la música y en el teatro. El lenguaje poético está ahí y el festival es una manera de ponerlo en común. Llenamos los actos con 90 personas, que siendo agosto y por la tarde está fenomenal. Somos conscientes de que la poesía es lo que es, un lugar pequeñito, pero si hay un lugar simbólico en el que debemos reivindicar este aspecto de nuestra cultura es en La Rioja. Quizás el secreto es hacer las cosas con humildad, tratando de hacerlas bien.

– ¿De dónde surge la idea de crear ‘Ediciones del 4 de Agosto’?

– Venimos de montar fanzines en los 90, sobre historietas y literatura y llegó un momento en el que decidimos hacer libros también. En 1995 nos legalizamos como forma asociativa para poder hacer las cosas de manera legal, en 2004 decidimos montar la editorial y después nos inventamos el festival que ahora concentra toda la actividad de la editorial. Además, este año publicamos ‘Tierra y luna’, el libro inédito de Federico García Lorca. Logroño es un lugar pequeño y curioso que tiene mucha tradición editorial, ahora mismo hay editoriales admirables y enormes, pero nosotros somos algo muy humilde que no llega a esa liga.

– ¿Por qué el nombre ‘Agosto Clandestino’?

– Primero porque la asociación cultural que lo soporta se llama ‘Planeta Clandestino’ y esa imagen de clandestinidad nos parece muy evidente. Nos movemos de alguna manera con lenguajes marginales, ya que la poesía es algo que nos gusta a pocas personas. Lo de agosto fue accidental, una autora pasó por Logroño y decidimos hacerle un librito grapado a mano, como lo hacíamos al principio, y lo presentamos en agosto. Nos dimos cuenta de que los medios respondían y al año siguiente nos planteamos hacer algo más que una presentación. Ha ido creciendo y ahora es un referente clave a nivel estatal e incluso de la lengua, como en Latinoamérica. El año pasado inauguró el festival Raúl Zurita, que fue el premio Reina Sofía de poesía Iberoamericana en 2020, y estuvo aquí hablando con nosotros, lo cual es fascinante.

– Hay una gran variedad de autores y visitantes, ¿no?

– Viene gente de todos los sitios de España e incluso de Latinoamérica, para la gente de La Rioja siempre hacemos un hueco y estamos atentos a lo que se edita, a parte de que a muchos de esos autores los editamos nosotros. Intentamos fomentar la lectura y ese impulso artístico. El público suele ser de los alrededores de La Rioja, aunque hay gente que aprovecha sus vacaciones y se pasa por aquí, pero los autores vienen de todos lados, Córdoba, Valencia, Cáceres… También han venido autores de México y de Argentina.

– Entonces, un festival así da buena imagen a nuestra comunidad.

– Nos hemos creído eso del Valle de la Lengua y de la estrategia, tenemos una importancia cultural como cuna de lenguas, como lugar de encuentro y cruce de culturas, de hecho lo hemos realizado así. El sábado pasado estuvimos en San Millán presentado el libro de Lorca, y resulta chocante que un tipo que fue fusilado por rojo y homosexual sea recibido en un monasterio, cuando la Iglesia fue utilizada como excusa para fusilar a muchos como él. Es una cosa muy bonita y potente, habla bien de ese monasterio y de la sociedad en la que estamos ahora mismo. La Rioja recoge este tipo de cosas y es muy llamativo.

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