El papa Francisco ha enviado este miércoles un telegrama de pésame por la muerte del cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo, de 94 años, de quien ha elogiado su labor como “colaborador diligente de nada menos que seis papas”.
“Deseo expresar mi cercanía a usted, a su familia y a todos los que le conocieron y estimaron”, recordando con afecto el testimonio “espiritualmente fructífero de este querido hermano”, dijo el pontífice en un telegrama enviado a su sobrino, monseñor Fernando Loza.
En el mensaje, el papa expresa “con sincera admiración la larga y rica experiencia adquirida por el difunto cardenal como colaborador diligente de nada menos que seis papas, mis predecesores, que le encomendaron oficios delicados e importantes” y agradece “su servicio fiel y generoso a la Iglesia y a la Santa Sede”.
Francisco también ha enviado “una bendición apostólica a todos los que lloran su muerte” y “un pensamiento especial para las hermanas Misioneras de Jesús Eterno Sacerdote eterno que lo asistieron amorosamente”.
El cardenal, que falleció este martes en Roma, había sido prefecto del departamento de Vida Consagrada y de la congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y ejerció como camarlengo, la figura que administra la Santa Sede cuando muere un papa, en 2005. El funeral se celebrará este viernes en la basílica de San Pedro y estará oficiado por el cardenal decano, Giovanni Battista Re.
Martinez Somalo, originario de Baños de Río Tobía, fue ordenado sacerdote en 1950, regresó a su diócesis natal de Calahorra y La Calzada-Logroño y partió de nuevo a Roma, esta vez para asistir a los cursos de la Pontificia Academia Eclesiástica, la escuela de los futuros diplomáticos de la Santa Sede.
En agosto de 1956 entró por primera vez en la Secretaría de Estado, donde llegó a ser jefe de la sección española, por lo que en agosto de 1968 estuvo al lado de Pablo VI en la peregrinación apostólica a Colombia para el 39 Congreso Eucarístico Internacional.
El 12 de noviembre de 1975, Pablo VI lo nombró arzobispo y lo envió como nuncio apostólico a Colombia y cuatro años después Juan Pablo II, en mayo de 1979, le nombró sustituto de la Secretaría de Estado, cargo que ocupó hasta 1988,
Karol Wojtyla lo creó cardenal y fue nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cargo que el Cardenal Martínez Somalo dejó en 1992 para dedicarse a dirigir la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la que pasó a ser Prefecto Emérito en 2004
