La Rioja

Vecinos y comerciantes celebran su ‘nueva’ calle Guardia Civil

El callejero de Logroño dará la bienvenida este viernes a una ‘nueva’ vía: Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. El tramo perpendicular a Saturnino Ulargui, tradicional atajo para los coches que buscaban Murrieta desde Gran Vía, ha arrinconado a los vehículos para ceder espacio a los peatones tras la tercera fase de una intervención que comenzó hace apenas tres meses.

El Consistorio advirtió a vecinos y comerciantes de la zona el 14 de mayo que las obras se prolongarían durante cuatro meses, pero la sorpresa ha llegado antes de tiempo. “Ha sido sorprendentemente rápido. En un principio decían que iba a terminar en septiembre; no sé por qué tanta velocidad pero estamos contentos con que haya terminado ya”, señala Mariano Galilea, propietario de la cafetería Caféluz.

Quien también celebra la rapidez de la actuación es Nora, de la Confitería Goya: “Agradezco que hayan sido tan rápidos; lo que más les costó fue el saneamiento, pero nos ha sorprendido. Además los trabajadores han sido muy majos, han procurado molestar lo menos posible y eso se agradece”.

La comerciante cuenta una anécdota relacionada con el buen trato de los operarios: “Un día que cerraron la calle una media hora, aproximadamente, y luego los obreros entraron a comprar por si me había estropeado el día al no poder entrar gente”.

Esperanzados con el mayor tránsito peatonal

En general los comerciantes aseguran que las obras han supuesto un descenso de clientela. Almudena Soto (de la Vinoteca Viura Negra) explica que “en verano se nota que descienden los clientes, pero con las obras ha sido mucho mayor. Porque el escaparate no se veía y el paso, dificultado por tablones, impedía que la gente entrara con facilidad”.

Las dificultades para los propietarios y para los clientes las expresa Betssy, dueña del bar Tairona, que abrió sus puertas en diciembre de 2020. “Ha sido un desastre para mí. El polvo, el desorden y el ruido ha hecho que clientes me digan que no vienen porque les molesta”.

Sin embargo Mariano Galilea apunta que, aunque se ha notado el polvo y el ruido, “es como cuando haces obras en casa”. “Toca aguantarlas y la fortuna es que han terminado pronto y hemos podido limpiar”, explica.

Tras las molestias propias de una obra, ahora los empresarios de la zona confían en que la calle vuelva a resurgir. “Creo que para finales de agosto o principios de septiembre empezaremos a notar la mejoría de la calle, porque es cierto que ahora está más apetecible”, explica Nora.

“En mi caso, al ser una cafetería, me vendrá bien si nos dejan poner una terraza. Junto con Saturnino Ulargui se crea una zona muy maja evitándonos el paso de coches”, valora el dueño de la Caféluz. A esta última petición se une Betssy: “Es cierto que ha quedado muy bonito, solo espero que nos beneficie dejándonos ampliar la terraza. Aunque tienen que cambiar la ordenanza y no sabemos cuando lo harán y en nuestra ciudad las terrazas con el mal tiempo se mueren”, finaliza la propietaria del bar Tairona.

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