La Rioja

La ‘cuesta’ de julio: un ola desbocada con casi 4.000 positivos en un mes

La Rioja pasa la hoja del calendario este domingo con resignación. La ‘cuesta’ epidemiológica que la comunidad vivió tras las Navidades fue, sin duda, desorbitada, alcanzado la inaudita cifra de 3.150 activos en un solo día aquel 30 de enero. Un auténtico muro. Pero el de esta quinta ola, aunque no haya alcanzado esos niveles, no va por mal camino.

Desde el pasado 1 de julio, cuando La Rioja notificaba 276 activos, la pandemia en términos de contagios ha ido ‘in crescendo’ hasta multiplicar por seis sus registros en un solo mes. Este sábado, 31 de julio, Salud aportaba la actualización diaria de la evolución epidemiológica y los datos acumulaban 56 casos más en las últimas 24 horas para colocarse en los 1.846 riojanos afectados por el virus.

Es en esta curva donde mejor se refleja el avance de una quinta y desbocada ola que no parece cesar en su avance. La capital es un claro y fiel reflejo de ello, cuya curva bien podría representar a la de la comunidad. El mismo despegue desde el 1 de enero hasta superar los 900 casos a final de mes. La incidencia acumulada en la región se ha multiplicado por siete en estos 30 días hasta dejar, a fecha de este viernes, una tasa de contagios de 766 casos por cada cien mil habitantes en las últimas dos semanas.

Merece la pena destacar la particular situación de los más jóvenes, cuya incidencia ha batido récords durante este mes. Cogieron carrerilla en un primer momento aquellos de entre 20 y 29 años, que llegaron a colocarse en una tasa de 1.861 casos en 14 días. Pero a partir de la segunda mitad de julio, la franja inferior, los jóvenes de 12 a 19 años, los superaron. Y ahora cuentan ya con 2.408 casos, el grupo etario con peor situación epidemiológica.

Este también ha sido el mes del regreso del COVID-19 a los centros de mayores, con varios brotes en residencias riojanas que se han saldado con casi 80 positivos, lo que también ha disparado la incidencia en esta franja de edad hasta los 648 casos por cada cine mil habitantes y obligado al Gobierno a implantar nuevas restricciones: dos visitas por semana y con test de antígenos negativo a la entrada.

Además, cinco meses después, el virus ha vuelto a dejar víctimas en estos centros y ya son 305 los fallecidos. La lista de muertes totales asciende así hasta las 785 desde el inicio de la pandemia, siete de ellas en el último mes.

Otra de las curvas que tampoco ha dejado de ascender ha sido la de los positivos, concretamente con 3.775 más en el mes de julio. La Rioja roza los 36.000 positivos totales desde que el COVID-19 atracó en tierra.

Esa curva dibujada por el aumento de los contagios ha tenido su traslado, días después, al gráfico de la presión asistencial. Fue a partir del 16 de julio cuando los ingresos hospitalarios comenzaron a repuntar, aunque la Unidad de Cuidados Intensivos todavía permanecía a fuego lento.

En aquellas fechas los hospitales registraban 18 pacientes en planta; ahora esa cifra casi se ha cuatriplicado con 63 personas. En la UCI del Hospital San Pedro, más de lo mismo, de los cuatro ingresados a mediados de julio La Rioja ya acumula cinco más. Otra carrera pandémica para la que los sanitarios no vislumbran la línea de meta.

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