CARTA AL DIRECTOR

‘Vías seguras para la movilidad sostenible en República Argentina’

Si algo demuestran las campañas contra las actuaciones de reequilibrio del espacio urbano y la infraestructura ciclista segura, orquestadas con poco disimulo por los sectores más retrógrados y reaccionarios de la ciudad, es el atraso en el que sumieron durante legislaturas enteras al sistema de movilidad de Logroño, cuando en capitales cercanas estas polémicas hace tiempo que ni sorprenden ni llegan de nuevas.

El proyecto de reforma de la calle República Argentina debería contar con infraestructura segura para los medios sostenibles, al conformar de forma natural el itinerario norte-sur más propio para ellos, tras la priorizacion del transporte público en Vara de Rey como eje principal.  En dirección norte-sur, conectando desde Lardero al Casco Antiguo y los barrios al otro lado del Ebro (San Antonio y El Campillo), se hace necesaria una vía ciclista de alta capacidad que el actual anteproyecto no incluye, y que pueda ofrecer las características de directitud, coherencia, seguridad, comodidad y atractivo de una red ciclista moderna, que no puede someterse únicamente a la lógica de circulación en retícula y cruces semafóricos de la circulación motorizada, organizada según parámetros propios de mitad del siglo pasado sin tener en cuenta las características y necesidades de la diversidad de usos de otros medios de transporte.

Tampoco calles peatonales sin continuidad como Mª Teresa Gil de Gárate, con sus restaurantes y alta densidad, son una opción para un eje ciclista norte-sur de alta capacidad que proporcione una alternativa competitiva a los desplazamientos en vehículo privado motorizado, más fácil, segura, y también más rápida, como está probado que posibilitan la bicicleta y los vehículos eléctricos de movilidad personal en recorridos urbanos inferiores a los 6 Km frente a la congestión motorizada que devora la ciudad.

La calle República Argentina sufre problemas endémicos de estacionamiento ilegal y doble fila, más velocidad y ruido excesivos como consecuencia de quienes usan la que podría ser una de las mejores avenidas estanciales de la ciudad como un atajo de salida, y no solo debido actualmente a las obras del soterramiento.

Frente a ello, el uso que a diario numerosas personas ya hacen de los espacios recuperados mediante las intervenciones tácticas durante el confinamiento en el primer tramo de la calle, da fe de las “líneas del deseo” que los buenos planificadores del urbanismo deben atender. Si observamos cómo se comporta la gente en sus desplazamientos, casi siempre eligen los itinerarios más eficientes, cómodos y seguros, a menudo a pie o en medios sostenibles. Otros van en coche a todas partes, y no por necesidad real.

Competir con el gran centro comercial en su misma estrategia de coche-en-la-puerta en inferioridad de condiciones es una dinámica suicida para el comercio según la Comisión Europea, que lleva recomendando desde principio de siglo promover el acceso al pequeño comercio por medios distintos al automóvil privado, para aumentar los tiempos de estancia y demostradamente el gasto comercial. Pero aquí erre que erre, sembrando cizaña y discordia calle a calle, comercio a comercio, en su campaña reaccionaria contra las actuaciones de pacificación del tráfico, el PP ya ha estado reuniendo con descaro a los hosteleros que maneja en la falsa plataforma “vecinal” de Duquesa de la Victoria para alimentar el descontento entre los de República Argentina y que se opongan a cualquier mejora en la calle, en el fondo todo con el propósito de, llamemos a las cosas por su nombre, volver a introducir la perniciosa costumbre de la doble fila como ilegalidad tolerada, al coste que sea para las personas y traficos más vulnerables, y para la ciudad entera, en una calle pacificada en la que se ha logrado eliminarla.

“Carriles para el adelantamiento”, “doble línea”, “atascos sin la doble fila”…eufemismos de lo más delirantes escuchados desde en Pleno municipal hasta en los más diversos medios para encubrir una asociación coche = pequeño comercio que algunos pretenden basar en una ilegalidad manifiesta sobre la que pesa una permisividad que no por acostumbrada ahoga menos a la ciudad. Distendidas conversaciones con vino para las que se da aviso a prensa para mostrar con descaro cómo manipulan a su red. Ellos y sus afines haciéndose pasar por todos y hablando en nombre de todos, así es como siempre ha entendido el PP la “participación” ciudadana.

En vez de meter otra vez la doble fila, lo que el Ayuntamiento de la vecina Vitoria-Gasteiz sí introdujo a partir de 2009, con el apoyo unánime de todos los partidos, rojos, azules o amarillos, no como en Logroño, fueron 47 calles pacificadas como el único eje ciclista hasta el momento en nuestra ciudad, contra el que las fuerzas más reaccionarias vuelcan ahora todos sus apocalípticos esfuerzos de ira y crispación de la convivencia oponiéndose a cualquier cambio. Al poco de esas 47 calles pacificadas, le siguieron en la capital vasca otras 74 calles más con la misma o similar configuración. A partir del confinamiento de 2020, se convirtieron más de otro centenar en “calles residenciales” pacificadas de prioridad peatonal y ciclista. Al igual que se hizo en Logroño, y en las principales ciudades europeas y por todo el mundo, mediante urbanismo táctico se devolvió espacio público y se peatonalizaron zonas con urgencia en respuesta a la crisis ambiental y sanitaria. Su extensa red de “bidegorri” o vías ciclistas seguras sigue desarrollándose hacia los polígonos industriales allí donde no lo estaba ya. ¿Ha desaparecido por ello el pequeño comercio en la capital vecina, por disfrutar de una movilidad más sostenible y segura, o por el contrario hay zonas en las que se ha revitalizado y es más vibrante y agradable que nunca? ¿Es lo mismo una parada permitida, posible antes como ahora en esas zonas, que plantar el coche en doble, triple fila o en cualquier sitio en la puerta de destino el tiempo que nos dé la gana?

La doble fila de Logroño es una  “demencial situacion de ilegalidad generalizada tolerada” impensable en otras capitales, como diagnosticaba el incumplido Plan de Movilidad Urbana Sostenbile encargado por el propio PP en el año 2012, pero la doble fila en cada calle constituye una triste “marca Logroño” para la que siguieron años y años diseñando expresamente la ciudad, a costa de someterla a niveles insostenibles de atropellos y violencia vial para las personas más vulnerables en las vías y las pocas usuarias de medios de transporte más sostenibles que se atrevieran a su suerte a desafiar el tráfico que dejaron.

Es rotundamente falso que no haya diálogo con el Ayuntamiento en relación a las transformaciones del programa Calles Abiertas, es más:  ante el alarmismo desatado por unos pocos comerciantes tan reaccionarios como teledirigidos, el  anteproyecto de República Argentina no incluye ni configuración de ciclo-calle ni doble sentido para priorizar la circulación hacia el centro de bicis y VEMPs, ignorando completamente a los modos de movilidad que cada vez más personas usamos, con un diseño de calle sospechosamente similar a los de la pasada legislatura, que ensanchan aceras (bienvenidas sean) hasta los 7 metros, pero no cambian significativamente el carácter motorizado de la calle. La configuración actual de la calle ya incluye prácticamente un carril pacificado donde se reduce la velocidad, y espacio protegido para la circulación a contramano priorizando el acceso al centro de la ciudad por los medios sostenibles, que numerosas personas a diario usan ya para moverse de manera más segura como quisieran que fuera. Sin necesidad de eliminar más aparcamiento, da para ampliar las aceras y crear una gran zona estancial en la confluencia con la calle Pilar Salarrullana, de prioridad peatonal.

Sin vías ciclistas seguras en República Argentina, se elimina una imprescindible permeabilidad Norte-Sur para la movilidad activa en nuestra ciudad que desde diferentes colectivos llevamos mucho tiempo reclamando, y de la que el futuro Logroño no puede prescindir.  Hace falta una alternativa a Vara de Rey, y no puede ser haciendo requiebros por peatonales, como el egoísmo de los hosteleros de Duquesa de la Victoria reclamaba. Vías ciclistas sí, pero en “mi” calle no, o en todo caso que no resten ni un milímetro al coche, exigen.

No somos pocas personas y colectivos en Logroño las que, sin hacer tanto ruido, damos la bienvenida a los avances en movilidad y espacio público en los que nuestra ciudad se había quedado tan atrasada, y empezamos a estar muy hartas de que los ventajistas que tan solo intentan sacar réditos de la ignorancia y el miedo amenazando con “daños irreparables” hablen en vuestro nombre y en el de todos los vecinos y vecinas como hacen.

Animamos a toda la ciudadanía consciente de que no podemos volver a lo de antes para beneficio de los mismos, en la emergencia climática en la que nos encontramos, de la que la sanitaria es solo un primer aviso grave, a participar para solicitar vías seguras para la movilidad sostenible en República Argentina. No aprenderemos nada de lo que nos está sucediendo si dejamos que los mismos de siempre no nos dejen avanzar o con su involucionismo nos arrastren a volver cuanto antes a lo mismo que lo causó.

Reequilibrio del espacio para toda la diversidad de usos, género y capacidades en la calle, no solo para el coche y la doble fila de unos pocos.  Si bien las actuaciones mediante urbanismo táctico tienen la ventaja de transformar de inmediato los usos de la calle mediante actuaciones rápidas, ligeras y de bajo presupuesto, reclamamos su consolidación en obras definitivas con mayor inversión. Cuando éstas se hacen en los barrios ricos, apenas surgen quejas. Cuando el derecho al un mejor espacio público se habilita con pintura y cuatro perras en los barrios de clase trabajadora, los primeros amenazan con el fin del mundo.

Es importante participar, ahora mismo se está decidiendo la existencia o ausencia de infraestructura que haga a la ciudad más segura para la movilidad sostenible… o cuya ausencia de permeabilidad norte-sur en la movilidad sostenible de Logroño podemos lamentar durante otros 30 años más de atraso como a los que nos condenaron, no ya respecto a ciudades europeas de referencia, sino hacia las capitales vecinas más cercanas, haciendo de Logroño tristemente famosa por las negligencias técnicas de sus carriles-bici por las aceras y sus incumplimientos en materia de sostenibilidad en movilidad.

¡Vías ciclistas seguras en República Argentina, ya!

*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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