Siempre que llueve, escampa. Tras estudiar los últimos datos de la Agencia Estatal de Meteorología, que ha declarado el nivel verde para La Rioja, el Gobierno ha desactivado el nivel 1 de Emergencia del Plan Especial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de La Rioja ante inundaciones (INUNCAR). Este se encontraba activo desde el pasado jueves para facilitar la gestión de medios propios o gestionados por la región ante la previsión de fenómenos meteorológicos adversos.
Todo comenzó el lunes entre las 17,42 y las 20,30 horas. Un total de 54 incidencias, la mayoría de ellas en La Rioja Alta (desde Haro hasta Logroño) por inundaciones en carreteras, suponiendo en algunos casos el corte temporal de la vía. La comarca de Fuenmayor se llevó la peor parte con el camping de Navarrete anegado, una mujer atrapada por el agua en el coche y una fábrica en el polígono Lentiscares inundada.
Fuenmayor (14 de junio)
Alrededor de cincuenta litros de agua por metro cuadrado que convirtieron casi todo el pueblo de Fuenmayor en una gigante piscina. Los ríos crecieron como nunca antes habían visto sus vecinos y minutos más tarde tocó arremangarse para arreglar el desaguisado provocado por el agua.
Fuenmayor (14 de junio)
El martes estuvo la cosa más tranquila. El SOS RIOJA informó entonces de que no había habido incidencias reseñables en esa jornada, habiendo algún problema en la A-12 (San Antón) y N-232 (Cenicero).
El miércoles, nuevo tormentó en La Rioja Alta. En este caso, entre las 16,41 y las 00:30 horas del jueves. Un total de 31 incidencias destacables desde Ollauri hasta Logroño. Nuevamente, gran cantidad se debieron a inundaciones en carreteras, suponiendo en algunos casos el corte temporal de la vía: N-232 y LR-314 en Briones y la LR-313 en Ollauri, así como un desprendimiento de piedras que dejaba temporalmente aislada a Mansilla de la Sierra.
Desprendimiento en la LR-113. FOTO: Bomberos Forestales.
Especial y tensa fue la situación en Navarrete, donde el camping volvió a sufrir inundaciones, obligando a evacuar a 23 personas y alojarlas en el Albergue Municipal de Navarrete.
Albergue municipal de Navarrete | Foto: Cruz Roja La Rioja
“La que cayó ayer yo no la recuerdo y mucha gente calceatense tampoco”. Lo verbalizaba David Mena, alcalde de Santo Domingo, quien explicaba el jueves que la caída de la piedra “fue espectacular, con una fuerza inusitada, aunque afortunadamente no durante mucho tiempo”. El suficiente para convertir un municipio tranquilo en “la Venecia española”, como bromeaban algunos vecinos.
Ya en ese mismo día se registraron alrededor de una veintena de incidencias. Las primeras llamadas (hacia las 15:37) provenían de la Rioja Baja (Arnedo para achiques en las calles). Posteriormente, la tormenta volvió a caer en la Rioja Alta, centrada en la zona baja del Valle del Najerilla, Navarrete, Fuenmayor y Logroño. Nuevas carreteras con problemas y un talud caído en Camprovín (LR-431). Además, el agua provocó un accidente en la A-12 (dirección Logroño) en Sotes, debido a la presencia de balsas, no registrándose heridos.
Por último, el viernes han sido muy pocas las incidencias registradas durante el Fenómeno Meteorológico Adverso (FMA) de Nivel Amarillo por Tormentas. La mayoría de ellas fueron a última hora de la tarde solicitando limpieza de calzadas en la zona de Alfaro y Calahorra. Entre los problemas más destacados, la caída de un árbol sobre una terraza en esta última localidad riojabajeña.
Más allá de las incidencias en las carreteras, el resultado de las tormentas de los últimos días son casi 7.000 hectáreas de cultivos afectados (6.960,72), según las incidencias registradas por Agroseguro, con especial incidencia en el viñedo y los herbáceos riojanos.
Sin embargo, las visitas a campo durante estas jornadas apuntan a una cifra mucho más elevada, en torno a las 10.000 hectáreas. Y eso, contando sólo las que darán parte al seguro. La cifra real será mucho más alta. Un auténtico desastre.
