El astro

El día después en Fuenmayor: barro, escobas y resignación

Fuenmayor: barro, escobas y resignación

Zona cero. Epicentro. Fuenmayor miraba este lunes al cielo con resignación mientras descargaba con toda su furia. Alrededor de cincuenta litros de agua por metro cuadrado que convirtieron casi todo el pueblo en una gigante piscina. Los ríos crecieron como nunca antes habían visto sus vecinos y minutos más tarde tocó arremangarse para arreglar el desaguisado provocado por el agua. Este martes, apenas doce horas después de finalizar el episodio de tormentas en la comarca, los fuenmayorenses y operarios del consistorio ya ultimaban la limpieza del barro y las piedras.

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