La Rioja

El “latido de las mariposas”, cambiar el mundo desde el Valle de Ocón

El 25 de septiembre de 2018, la llamada de un policía despertó a Itziar Prats de madrugada. Le pedía que identificase a su exmarido, que se acababa de suicidar. Antes de hacerlo, el hombre había matado a sus dos hijas, Nerea y Martina, de seis y dos años. Meses más tarde, Itziar conoció a Isabel, con ella compartía actitud y valores en busca de un mundo mejor, más respetuoso e igualitario. Les unió un hecho trágico que se ha transformado en un proyecto educativo y social que estos días tiene su máxima expresión en el Valle de Ocón. Es ‘el latido de las mariposas’ e intenta cambiar el mundo.

Allí, este sábado, se tejían mariposas violetas. Unas cincuenta mujeres (también algún hombre) convertían la alameda de Pipaona en un lugar especial, lleno de recuerdo, de respeto, de igualdad.

“El proyecto nació de un hecho de violencia de género. El padre mató a sus dos hijas, una chica (Isabel) vio el hecho en televisión y pensó que tenía que hacer algo. Se juntaron la madre y ella y pensaron que la educación era la única manera de terminar con la violencia de género. De ahí nació ‘el latido de la mariposa’, que interviene a nivel escolar en todos los niveles: escuelas, institutos e incluso universidad. A nivel social, también. La idea es tejer estas mariposas para visibilizar la violencia machista”, cuenta Itziar, que estos días los pasa con el grupo de mujeres y hombres que comparten esta iniciativa en el valle.

La educadora social de la mancomunidad, Alicia Jiménez, conoció este proyecto y no dudó a la hora de traerlo. “A raíz del pacto de Estado contra la violencia de género llevamos tiempo haciendo este tipo de actividades en la mancomunidad. Queríamos para este año una idea nueva y en internet descubrí la historia de Itziar y de su proyecto”.

“Me pareció muy interesante y que cuadraba mucho en esta zona, creía que era el enganche perfecto con una historia de fondo tan impactante. Contacté con ellas y me dijeron que para adelante. Hemos hecho grupos en cada pueblo, también con los niños y con los jóvenes”, añade.

El 25 de noviembre se regalarán las mariposas hechas durante estos días. De momento, muchas de ellas lucen en algunos sitios concretos de los municipios como esta alameda donde Blas y Blanca (de la Alameda de Pipaona) han sido los anfitriones perfectos. Al igual que ocurre con el ‘efecto mariposa’, el objetivo de este proyecto es que su aleteo pueda cambiar el mundo.

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