Tras la publicación actualizada de los costes de producción de la uva en el portal de estadística agraria del Gobierno de La Rioja, las diferentes organizaciones agrarias y asociaciones de bodegas han manifestado sus valoraciones ante unas cifras que se sitúan en los 67 céntimos el kilo de uva tinta y 56 céntimos el kilo en la blanca al vaso, mientras que en espaldera los costes son de 68 céntimos la tinta y 55 céntimos la blanca.
Desde Grupo Rioja reiteran que sus bodegas “han cumplido las directrices que marca la Ley de la Cadena Alimentaria, como siempre lo han hecho, incluso en un año tan complicado como fue 2020” puntualiza: “Las horas trabajadas por el viticultor y la mano de obra familiar están imputadas dentro de los costes, por lo que no se trata de su salario, sino del beneficio que le genera la actividad vitícola con carácter suplementario”.
Asimismo, la asociación de bodegas indica que “el estudio no recoge las ayudas que reciben los viticultores y que disminuyen sensiblemente el coste. Por ejemplo, sólo contemplando la ayuda de restructuración del viñedo, el coste del kilo de uva se reduciría al menos en cinco céntimos por kilo, que es necesario descontar para determinar el coste efectivo de producción”.
Por tanto, declara Grupo Rioja, “se confirma que las bodegas han cubierto el coste efectivo de producción en un año muy complicado donde la mayor parte de la sociedad está sufriendo los efectos de la pandemia, así como la falsedad de las declaraciones que han realizado algunas organizaciones agrarias al afirmar que las bodegas están pagando precios muy por debajo de los costes de producción”.
Las OPA riojanas han respondido al sector bodeguero después de conocer estos costes de producción. A ARAG-ASAJA no le salen las cuentas y pide reunirse con la consejera de Agricultura, Eva Hita, para conocer cómo se ha determinado la horquilla del precio medio percibido y qué muestra se ha llevado a cabo.
Agricultura avanzaba este martes que el precio medio percibido por el agricultor el año pasado por la uva tinta se situó entre 0,62 y 0,67 euros por kilo, mientras que en el caso de las blancas el precio osciló entre 0,50 y 0,56 euros. Unos precios, añade ARAG-ASAJA, que no solo se “sitúan por debajo de los costes de producción, sino que además no se corresponden con la mayor parte de las operaciones que se cerraron la pasada campaña, donde se constata una caída del precio de la uva de más de un 25 por ciento”.
“Lamentablemente, y aunque no nos salgan las cuentas, lo que en líneas generales concluye la actualización de estos datos es que el viticultor ha sido quién más ha sufrido la crisis del COVID-19, ya que se ha demostrado la falta de proporcionalidad que existió el año pasado entre la caída de ventas y el precio de la uva que han cobrado los viticultores de Rioja”.
Desde la UAGR-COAG lamentan que “se está perdiendo valor en el primer eslabón del sector vitivinícola”, ya que”ni toda la uva se entrega tras la firma de un contrato que refleje los costes efectivos de producción, ni los precios percibidos por viticultores, cooperativas y cosecheros se están pagando por encima de costes”. La organización apunta así a un “abuso de una buena parte de las bodegas riojanas, que pese a haber descendido sus ventas en apenas un 8 por ciento durante el año pasado, han rebajado el precio por las uvas y el vino a granel en más de un 35 por ciento”.
“Tenemos constancia de que muchos viticultores han cobrado el kilo de uva tinta en el entorno de los 0,55 euros, cuando los costes según la Consejería se sitúan en torno a los 0,68. En cuanto al vino a granel, la Consejería sitúa el coste de producir cada litro en 17,40 euros la cántara, mientras que se conocen ventas de esta campaña por debajo de los 10 euros”, añade, solicitando a las administraciones que vigilen estos “flagrantes incumplimientos de la legalidad” y animando a los productores a denunciar estas prácticas ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).
Los miembros de UPA La Rioja, por su parte, consideran que “en un año en el que los costes de producción se incrementan aproximadamente un 10 por ciento y la producción amparada se reduce del cien al 90 por ciento (650 Kg/ha), resulta incongruente el hecho de que el Observatorio de Precios Agrarios publique unos datos finales prácticamente similares a los del 2019”.
“Lo que sí son significativas son las ingentes cantidades de dinero que han recibido las grandes bodegas provenientes del almacenamiento privado con 5,3 millones de euros totales, de los que algunas bodegas han percibido ayudas de más de 800.000 euros por almacenar, mientras elaboran el vino de cosechas pasadas, repercutiendo a la baja en el precio de la uva de la próxima campaña”, apuntan.
