El BM Logroño sufrió este sábado un pequeño percance en el viaje de regreso tras disputar su partido en Galicia contra el Cisne. El bus que llevaba a los franjivino de vuelta a Logroño se averió durante una hora y a los jugadores les tocó parar en un área de servicio gallega. Empanada de la tierra como tentempié y un balón de fútbol como entretenimiento, para realizar unos ‘ronditos’ con cachondeo y buen humor. Al mal tiempo, buena cara.
⚽️Situación: pic.twitter.com/PMcEqtWJF2
— BM Ciudad de Logroño (@CdadLogrono) March 27, 2021
Juanjo Acobi, fotógrafo y encargado de redes sociales en el club, relata la anécdota: “Salimos y casi a las dos horas de trayecto, tuvimos una avería y el chófer nos dijo que podría ser grave. Al final, entre el conductor del equipo, el fisioterapeuta y el capitán Miguel Sánchez-Migallón, lo arreglaron”. Multiusos el internacional manchego, que lo mismo se deja la piel en la cancha que ayuda a arrancar un bus. El vestuario sabe de mecánica de grupo.
Por fortuna, quedó todo en un simulacro y el equipo llegó a las cinco de la mañana a Logroño. Percances así no son extraños para el club, que las ha vivido de todos los colores en las últimas temporadas. Líos con equipajes en Berlín y la más surrealista: un aeropuerto cerrado por drones y una yincana interminable desde Viena hasta Budapest. Cada viaje por Europa, una posible aventura.
Y por ello, el equipo riojano se lo ha tomado con filosofía y humor: “Este año no podíamos tener periplo de viaje europeo, así que tenemos avería en el bus bien cerca de Portugal”.
