El BM Logroño ha vivido una auténtica odisea en su inicio de la fase de grupos de la Copa EHF. Los franjivinos debían viajar hacia Györ (Hungría) para medirse al Tatabanya, pero todo empezó mal. El vuelo de ida se retrasó por la huelga de los controladores aéreos en Francia. Como no había vuelo alternativo a Budapest, tuvieron que aterrizar en Viena. Tras pasar todo el día volando, llegaron al hotel a las 23:00, solo trece horas antes de su partido europeo (12:00).
En lo deportivo, día para olvidar. Tras un encuentro igualado hasta el final, una polémica decisión arbitral a siete segundos para el final decidió el partido (26-25). El resto del envite fue un quebradero de cabeza con palos, mala fortuna y decisiones poco entendibles de las colegiadas danesas. Todo ello provocó la explosión de los jugadores y de Velasco, tras el pitido final. En el club, el cabreo era total: “Nos han metido una robada de escándalo”.
Todo se iba a complicar en la vuelta. Los logroñeses no pudieron volar hacia España desde el aeropuerto de Frankfurt, ya que había drones en esta instalación. Toda la plantilla esperó en el aeropuerto hasta que fueron realojados en tres hoteles diferentes con sus respectivos autobuses lanzadera. Una situación más propia del ‘Grand Prix’ que reflejó el club en su cuenta de Twitter: “Esto parece una gymkana”.
✅Novedades: Nos realojan.
Pero no tan sencillo, claro, estaremos en 3 hoteles diferentes y aquí estamos de espera a los autobuses lanzadera.
Esto parece una gymkana, por favor😭 pic.twitter.com/ft6bMlhvW3
— Club Balonmano Ciudad de Logroño (@cbmlogrorioja) February 8, 2020
Como todo buen culebrón, esta historia ha contado con un guión imprevisible. Al día siguiente tocaba ir otra vez al aeropuerto, pero había ‘overbooking’. Tampoco se podía volar. Por fin y después de recolocar gente, han conseguido embarcar este domingo a las 10:30. En torno a las tres de la tarde, todos han llegado al Palacio de los Deportes sanos y salvos. Y ahora, a por el Puerto Sagunto (martes 20:45 horas)
