Educación

Pilar Arnedo: “Aquí no es tanto el contenido como la intervención”

Atrás queda ya el duro confinamiento que todo el país vivió desde aquel inolvidable 14 de marzo. La vuelta progresiva a la rutina -que todavía no ha cuajado- fue dura para muchos, pero quizá, la vuelta al cole ha sido una de las más costosas para todos. Más si cabe para los alumnos con necesidades educativas especiales y específicas.

La enseñanza a distancia u online fue imprescindible durante los meses de aislamiento, pero, además de la denominada brecha digital en muchos hogares, la realidad es que “hay muchos alumnos que no son autónomos a la hora de manejar un ordenador o tablet. Necesitan una continua supervisión que a veces no es posible o bien por falta de tiempo de los padres o porque tampoco disponen del manejo suficiente de la actividad”. Así lo explica Pilar Arnedo, directora del centro de Educación Especial Marqués de Vallejo. “Un alumno plurideficiente necesita contacto. Aquí no es tanto el contenido como la intervención”.

“Tras la esperada vuelta al cole, sobre todo por parte de estos alumnos, hemos tenido muy pocos positivos afortunadamente, lo que no ha repercutido para nada en los grupos burbuja con los que trabajamos”. Pero nadie duda de que la pandemia ha trastocado las rutinas de todos. “En el centro, que cuenta actualmente con 129 alumnos de entre 3 y 21 años, las entradas y salidas las seguimos haciendo escalonadas y con toma de temperatura siempre, los recreos son separados y el comedor se organiza por turnos y siempre con distancia”.

Para Pilar Arnedo es fundamental priorizar la situación, pero “hay muchos de nuestros alumnos que son más vulnerables y no toleran por ejemplo la mascarilla. Los más peques o los grupos TEA no llevan mascarilla y funcionan como grupos de guardería. La distancia se puede mantener relativamente, por eso hacemos agrupaciones muy reducidas, de tres a seis alumnos”. En cuanto al gel hidroalcohólico, en estos casos hay que tener especial cuidado porque “estos chavales se chupan mucho las manos. Afortunadamente tenemos lavabos en casi todas las aulas y preferimos lavarles muchas veces con agua y jabón. No obstante, hay dispensadores de gel y desinfectantes de superficie por todo el centro”.

Las actividades del centro Marqués de Vallejo también se han visto afectadas por las medidas sanitarias. “Ahora estamos muy limitados. De normal llevábamos a cabo muchas acciones en conjunto. Ahora, exclusivamente en grupos reducidos. Con los mayores salíamos al supermercado, al teatro… sobre todo para trabajar la integración, pero en estos momentos solo mantenemos las actividades con la protectora de animales, ya que ellos pasean a los perros solos y al aire libre”.

La directora del centro destaca cómo la integración con otros grupos sociales es muy beneficiosa para todos. Por ello, y hasta que la pandemia les ha dejado, han llevado a cabo numerosas intervenciones fuera del centro con el fin de reforzar la capacidad de superación de los jóvenes así como potenciar al máximo su desarrollo educativo y social. Sin olvidar, por supuesto, el trabajo y la diversión.

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