Últimamente, al tiempo le sucede lo mismo que un tema de Shakira sin subtitular: no hay quien lo entienda. En La Rioja llevamos semanas montados en una suerte de montaña rusa que hace más factible acertar con la primitiva que con la ropa ideal para no morir de frío o calor al día siguiente.
Porque todos estaremos de acuerdo en que la primavera es una estación propicia para los contrastes térmicos, pero los registros históricos de la Aemet dejan claro que el Astro parece rebelarse contra sus propios patrones este año.
Así las cosas, los riojanos hemos entrado en junio contando los segundos para la apertura de las piscinas. Y no era para menos. Las últimas semanas de mayo nos hicieron creer que este año celebraríamos el Día de La Rioja encerrados en la nevera. Porque el pasado mayo fue el más caluroso de cuantos tiene constancia la Agencia Estatal de Meteorología en sus series históricas, con una temperatura media registrada de 18,5 grados, es decir, de casi cuatro grados superior a lo normal para estas alturas del calendario en la región.
Tal vez fueran las plegarias de aquellos que más sufren por el calor, pero el caso es que con el cambio de hoja del calendario la situación cambió por completo en la región. Aun teniendo en cuenta que apenas llevamos medio mes de junio, los registros meteorológicos constatan que, efectivamente, hace fresco.
Hasta la fecha, las temperaturas medias registradas en La Rioja son de 16,4 grados, las más bajas de la década y 3,8 grados por debajo de lo habitual. De la pantaloneta al jersey y la chaqueta sin previo aviso.
Para el arranque de la próxima semana la Aemet espera que la situación se normalice algo respecto a estas pasadas jornadas, con temperaturas mínimas más suaves y máximas levemente más altas. Aun así, la presencia de nubes y algunos chubascos no te la quita nadie por el momento, por lo que no conviene que guardes aún la manga larga.
