El Rioja

“Hasta que la hostelería no coja otra vez ritmo, el vino lo va a pasar muy mal”

A falta de cuatro meses para que llegue la vendimia, el miedo se ha instalado en el campo riojano. Los stocks de vino aumentan por la caída de las exportaciones y el cierre de la hostelería. El descenso de ventas comienza a cifrarse en un 35 por ciento en volumen y 45 por ciento en ingresos.

“Se han reducido las ventas en torno a un 80 por ciento. Hasta que la hostelería no coja otra vez ritmo lo vamos a pasar muy mal”, cuenta Juan Bautista (Bodegas Paco García) a RTVE, poniendo el acento en que el aumento de ventas en alimentación no compensa el cierre de la restauración. Muchas firmas no están en los lineales y dos de cada tres botellas se exportan. Sólo cerca de un veinte por ciento de compañías parecen salvarse de la quema.

El presidente de la Federación Española de Vino (FEV), Miguel Torres, también ha alertado sobre las negativas perspectivas del turismo que recibirá España y las consecuencias para el sector, por lo que ha insistido también en la necesidad de que la restauración española gane fuerza en otros países, lo que también revertiría en una mayor presencia de los vinos españoles en el exterior.

Las Organizaciones Profesionales Agrarias de La Rioja (OPA) han propuesto medidas como hacer la vendimia en verde (tirar un 15 por ciento de la producción en todas las parcelas cuyos costes serán compensados) y la destilación de crisis, centrada en destinar parte del vino al que las bodegas no van a poder dar salida en el uso de alcohol de boca o como producto desinfectante son algunas de las medidas que se han expuesto al Ministerio de Agricultura.

Bodegas Familiares de Rioja, por decisión de su asamblea general, ha propuesto rebajar al máximo permitido en el pliego de condiciones de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja la producción de uva y vino, con rendimientos de 85 por ciento en campo y del 66 por ciento de transformación en bodega.

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