Crisis del Coronavirus

Las mil y una posibilidades de la cuarentena en una familia de Logroño

La reclusión nunca es buena, pero la cosa se pone peor cuando es obligada. El Gobierno de España decretó este domingo el estado de alarma y, antes de empezar, la gente ’ya se volvió loca‘. “¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Todo el día en casa? ¡Eso es imposible! ¡Yo no voy a aguantar!”.

Un cambio brusco que se ha presentado sin avisar, de golpe y sin anestesia. Una situación que hay que aceptar. Es una realidad y mejor será llevarla de manera positiva, y si se puede, con humor.

En situaciones como esta, la lectura, la música, la limpieza de todos aquellos cajones que nunca quieres abrir, una película en familia, el ejercicio en casa, en definitiva, todas aquellas actividades que nunca hacemos por falta de tiempo, pueden ser nuestra salvación.

El tiempo pasa más despacio que de costumbre, la cabeza da mil vueltas y experimentamos un cóctel de emociones que nos desconciertan, pero “querer es poder”, y eso precisamente es lo que se respira en casa de David, un logroñés que trabaja como recepcionista y que, actualmente, junto con sus padres, disfruta de muchos placeres y hobbies que antes no podía hacer.

Este joven, amante de la gastronomía, aprovecha los manjares de su nevera para darse un homenaje. Su padre, Carlos, carpintero de profesión, está descubriendo un mundo nuevo a través de la naturaleza, y Eugenia, dependienta, se sumerge en cientos de historias, enigmas y aventuras que acaba por resolver. Pero todo, los tres, lo hacen desde casa.

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