El futuro del cuartel está decidido. Este martes se produjo una reunión entre el Ayuntamiento de Calahorra y la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra para decidir la actuación sobre el inmueble como único punto del orden del día. Tal y como había dicho el lunes la alcaldesa que harían, en la sala de comisiones se sentaron Elisa Garrido, Esteban Martínez y Rebeca Sáenz frente a José Luis Cinca, Rosa González, Mari Ángeles Ortega y Begoña Vea. El objetivo: llegar a un acuerdo entre el derribo total o el parcial.
Por parte del consistorio se puso en conocimiento de la asociación los informes técnicos (cuatro en concreto) de varios arquitectos tanto del propio Ayuntamiento como otros externos que justifican la ruina del edificio, y certifican con argumentos técnicos la total ausencia de valores arquitectónicos del mismo. También puso a su disposición un extenso estudio que el Ayuntamiento encargó elaborar, en el cual se detalla que la hipotética restauración de la casa cuartel supondría una inversión económica “inasumible” para la ciudad, superior a los 3 millones de euros, algo que hipotecaría al Ayuntamiento durante años.
Desde el consistorio se incidió en que el edificio en su conjunto no merece protección alguna, pero que pese a ello, es posible el mantenimiento de algunos elementos, que se preservarían en el tiempo para integrarlos en la remodelación de toda la manzana.
Con todo esto y fruto de la reunión se llegó al acuerdo de mantener el torreón del cuartel y el edificio anexo que actualmente es la fachada a la calle Bebricio, incluida la parte que da vista a la calle Dos de Mayo, ya que la ubicación de esta parte del edificio es compatible con el desarrollo previsto y acordado por los grupos municipales en la revisión del Plan General Municipal que se está tramitando.
Amigos de la Historia, satisfechos
Para Amigos de la Historia la resolución del consistorio es la más adecuada. “Estuvimos de acuerdo en la desproporcionalidad de querer proteger la manzana completa porque no solo es hipotecar el desarrollo urbanístico de la manzana sino también por el elevado coste económico que conllevaría su adaptación a la normativa urbanística vigente y al Código Técnico de la Edificación”, subraya el colectivo.
La propuesta que Amigos de la Historia de Calahorra ha mantenido desde el primer momento ha sido la de conservar el torreón y la parte del edificio con fachada a calle Bebricio y Dos de Mayo donde estuvieron las oficinas del cuartel. La que se va a llevar a cabo, en definitiva. Esta propuesta se ha mantenido en base a su singularidad, su historia y la posibilidad de dar a este edificio un uso cultural o administrativo tras una futura rehabilitación. “Queremos agradecer la voluntad de diálogo de la alcaldesa Elisa Garrido y su equipo que ha permitido llegar a este acuerdo que por un lado, va a permitir el desarrollo urbanístico de la manzana y a la vez, conservar los elementos singulares del mismo integrados en una gran plaza”, han finalizado.
