Los resquicios de una jornada de histeria en los supermercados logroñeses se reflejan un día después del anuncio del cierre de los centros educativos durante dos semanas, con motivo de la crisis generada por el coronavirus. Este miércoles, a primera hora de la mañana, las colas en las cajas no eran tan apabullantes como 24 horas antes, pero muchas estanterías de productos básicos como el papel higiénico, las legumbres o los huevos se mostraban desiertas.
“Nos pilló por sorpresa a todos porque se preveía un martes normal, así que nos tuvimos que adaptar a la afluencia de gente y acudir a las cajas más de lo habitual. Se estima que la facturación se duplicó incluso, pero sobre notamos un incremento en los pedidos a domicilio y la venta online, saturada y completa ya para hoy, así que la gente tendrá que esperar a el jueves para hacer más pedidos”, explica un empleado de un supermercado riojano.
“He venido a comprar gel desinfectante y aún sin ser las 10 horas de la mañana ya solo queda un bote después de que a primera hora los hayan repuesto”, se quejaba una mujer al tiempo que preguntaba a los empleados del supermercado sobre la hora a la que llegarían los camiones a reponer suministros.
La jornada para este miércoles se prevé “sí o sí más tranquila porque el género disponible es menor”. Habrá que esperar al final del día o incluso al jueves para dar tiempo a los camiones que vienen a reponer suministros. Varias cadenas de supermercados coinciden en el desconcierto generado por la situación que se vivió el martes: “No entendemos el porqué, ya que no hay ninguna necesidad de acudir en masa a comprar. El abastecimiento está totalmente asegurado”.
