La Rioja

“El feminismo no nació ayer”: historia del movimiento en La Rioja

Se acercan estas fechas y parece que el tema de la mujer centra todas las conversaciones. El feminismo se ha convertido en uno de los asuntos más de moda, pero entre tal cantidad de opiniones, al final, hay tantos feminismos como mujeres existen. Cada una tiene sus ideas, sus objetivos, sus reivindicaciones, y todas quieren homenajear a todas aquellas luchadoras que abrieron camino en esta materia tan peliaguda. Pero, ¿sabemos realmente cómo empezó todo esto y, sobre todo, quiénes fueron las pioneras del movimiento en La Rioja?

Diego Moreno, historiador especializado en las mujeres españolas del siglo XIX, recalca que es fundamental estudiar a la mujer en profundidad, ya que “todo el mundo habla del feminismo pero no se preocupa en estudiarlo o darlo a conocer históricamente. Es más, puede llegar a ser un problema y a convertirse en un retroceso si no ponemos las bases históricas del movimiento”.

La base de la corriente data del siglo XIX, cuando empezaron las primeras reivindicaciones. “Ya en la Ilustración se comienza a atisbar un cambio de mentalidad, más aperturista, y más adelante las mujeres de la aristocracia y la burguesía comienzan a formar parte de la élite. El primer objetivo no era acceder a los derechos políticos, sino a los sociales, pudiendo estar en las tertulias, en la prensa, en definitiva, pudiendo opinar”.

Además, y gracias a la Ley Moyano de 1857, se consiguieron muchos avances en educación, llegando a convertirse en un derecho para las mujeres y consiguiendo la apertura de escuelas en muchos pueblos de España. Ya en el plano político, “las reivindicaciones se dan desde el Sexenio Democrático, 1868, con la Revolución Gloriosa, alcanzando su culmen con el sufragio femenino durante la Segunda República”.

Historia del feminismo riojano

En La Rioja este movimiento ha ido calando de manera desigual, ya que, al ser una comunidad eminentemente rural, con tantos pueblos pequeños, “en la sierra sigue predominando lo masculino. Por ejemplo, los alcaldes siguen siendo mayoritariamente hombres, hay poco hueco para las mujeres en ese terreno, aunque cada vez veamos más ocupando ese lugar. Si hablamos de la zona del valle, Logroño y los grandes pueblos han ido mucho más rápido, sobre todo desde que las mujeres se han incorporado al mercado laboral”.

El historiador riojano introduce el arte como elemento histórico para definir y estudiar estos procesos reivindicativos. Tomando como ejemplo el nombre de calles o monumentos, Moreno destaca que “en la década de los sesenta hubo muchas estatuas dedicadas a la mujer, pero no a la política, sino a la madre de familia. A partir de la Ley de Igualdad y la de Memoria Histórica se ha visto un avance escogiendo a mujeres relevantes para denominar a las calles o nuevas zonas de la ciudad o municipio”.

El primer modelo de mujer luchadora y “libre” lo representa la figura de la maestra, convirtiéndose en el primer referente femenino que tenían madres y niñas para seguir sus pasos en el futuro como medio de promoción social y laboral. Y todo porque era “la única profesión que podían desempeñar las mujeres”. De esta manera comenzó un movimiento que “ya no va a tener retroceso. El paso siguiente es descubrir y reconocer nuevas mujeres que hasta el momento no han salido a la luz. De hecho, muchas riojanas todavía aguardan su más que merecido lugar público para que se las recuerde tal y como se merecen”.

Mujeres y símbolos en La Rioja

Diego Moreno subraya el papel de muchas mujeres riojanas en el avance del feminismo, una de ellas, Pilar Salarrullana, “quien llevó al Senado la proposición de cambio de nombre de Provincia de Logroño a Provincia de La Rioja, enfrentándose a su propio partido llevando a cabo una consulta que no entraban en los planes de la región. Además fue la única mujer que firmó el estatuto de Autonomía, entrando así a formar parte de los denominados ‘Treintadosantes’”.

Por su parte Alicia Izaguierre, concejal de Logroño, llegó a ser candidata a la Presidencia de La Rioja. “Fue la primera mujer que ganó las elecciones pero que se quedó a un solo voto de conseguirlo. Una mujer que desde los años setenta estuvo, afiliada, de forma clandestina, en las filas del PSOE”.

María Teresa Hernández, viuda de Eliseo Pinedo, se presentó en 1977 a las elecciones generales con una candidatura independiente de La Rioja, y en 1979 hizo lo propio con la Alcaldía de Logroño. Además, fue muy conocida porque fundó la Asociación de Amas de Casa María de Valvanera, “llevando este colectivo por los principales pueblos como Calahorra, Santo Domingo o Nájera, donde se establecieron nuevas asociaciones de amas de casa. Agrupaciones que más tarde dieron el salto a la política, ya que era la única asociación permitida durante el franquismo”.

Y Carmen Chover, madre y esposa de Jorge (actual secretario general de CCOO) y Manuel Ruano se trasladó a Logroño para que su marido fundara Comisiones Obreras en La Rioja. Una vez aquí se integró en una asociación de amas de casa para más tarde crear y ser la primera presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja. A raíz de ahí “se presentó en las listas electorales del partido comunista y terminó siendo concejal del PSOE, pasando también de la clandestinidad a primera línea de política”.

Durante esos años, las asociaciones vecinales y de amas de casa tuvieron un papel fundamental a la hora de sacar a las mujeres de su casa.

El feminismo actual en La Rioja

Diego Moreno define el feminismo como “la igualdad real entre hombre y mujeres, lo que significa que todos debemos tener las mismas posibilidades con los mismos méritos, es decir, que se reconozca la misma labor desde el mismo punto de partida”. Para el historiador la solución a las desigualdades actuales pasa por “la educación real en igualdad, con todo o que esto conlleva. No se trata de empoderar a la mujer, sino integrarla dentro de todos los discursos”.

Este domingo Logroño inundará sus calles de miles de mujeres que luchan por sus derechos y por la igualdad, pero “estas coordinadoras y asociaciones que se juntan para celebrar el 8-M no representan del todo a la mujer, ya que siempre van separadas y divididas, yendo más por libres, sin determinar un movimiento colectivo feminista que defienda una misma linea de reivindicación, y eso puede llegar a ser perjudicial para el movimiento”.

En definitiva, Moreno sostiene un discurso natural que incorpore al hombre y a la mujer como dos elementos indispensables que siempre deben de ir juntos.

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