La Rioja

Flores son amores: “Los jóvenes son unos ‘mandados’ de última hora”

“La gente mayor es la que más viene a comprar. Los jóvenes son unos ‘mandados’ de última hora”. “La flor en sí es un mundo, pero en el cementerio somos cuadriculados, claveles”. Son dos comentarios al ‘azar’ de los responsables del Mercado de las flores, que estos días se ha instalado en la Plaza Joaquín Elizalde de Logroño.

Durante estos días de fiesta se recuerda a los seres queridos que ya no están con nosotros. Lo que marca la tradición es llevar flores a sus tumbas como señal de recuerdo y añoranza. Los cementerios se llenan de gente cargando ramos o composiciones florales.

Por este motivo, como en años anteriores, se celebra este mercado, en horario ininterrumpido de 8 a 20 horas (miércoles y jueves). El Día de Todos los Santos, hasta las dos de la tarde. Este año participan ocho floristerías (Flores Canoe, Centro de Jardinería Vivaria, Eduardo Andreu Escribano, Picaflor, Viveros La Gisela, Flores Blanca, Viveros Arlequín y Floristería Bambú), que no solo ofrecen los productos tradicionales, altamente demandados por el público en estos días tan señalados, sino también algunas novedades y piezas más exóticas y poco habituales.

La mayoría de las flores que se utilizan para la festividad del Día de Todos los Santos tienen la característica de ser muy resistentes. Así la reina de estas flores son los crisantemos. Una flor duradera y resistente al frío típico de estas fechas. Está cargada de simbolismo: alegría, perfección y eternidad.

Sin embargo, lo que más se llevan en este mercado de las flores son los claveles rojos, las flores más típicas en nuestro país desde la época de nuestras abuelas. Un clavel rojo simboliza amor, orgullo y admiración. Estos se mezclan con los claveles blancos que simbolizan la inocencia, la pureza y la luz. Por esa razón, nos cuentan que se ponen más a los niños. Además los claveles tienen una fragancia intensa y colores muy vivos.

Todas las flores llegan desde Holanda, del mercado central de la flor. Son transportadas en cámaras frigoríficas, vienen en cajas o paquetes cerrados y las floristerías son los que se ocupan de montar los ramos y centros. Y de ahí, al mercado. Es época de comprar flores.

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