El Rioja

La Sonsierra se despereza

El movimiento en los viñedos de la Sonsierra riojana ha empezado, ¡y esto ya no hay quien lo pare! Agricultores visitando las fincas para controlar el viñedo, enólogos tomando muestras, cuadrillas vendimiando blancas y las primeras tintas, y, en general, movimiento con ganas de recoger una cosecha que se presume excelente. En Rioja Alta y Alavesa “se masca” la tensión propia de la vendimia.

Miguel Merino, en Briones, con la Sonsierra al fondo, ya ha comenzado la vendimia 2019: “A principios de esta semana recogimos la garnacha blanca y la viura de La Loma -uno de sus viñedos emblemáticos- porque estaba en su momento, pero para las tintas vamos a esperar como mínimo una semana porque la uva en el viñedo está algo desigual. Además el tiempo ha cambiado y viene estupendo, vale la pena aguantar, no tenemos ninguna prisa ya que los racimos llegan con una sanidad sobresaliente. Calculo que en una semana empezaremos y para la Virgen haremos el grueso de la vendimia”.

Hasta este jueves se habían recogido en toda la DOCa 127.047.294 kilos de uva, 102 millones de tinta y 25 de blanca. Pero lo más llamativo es el empuje de Rioja Alta y Alavesa en esta semana: en la primera han entrado desde el lunes veintiún millones de uva de los 36 recogidos desde el 28 de agosto, fecha en la que se inició la vendimia; algo similar en la comarca alavesa, donde se han cortado en esta semana once millones de uva, más de la mitad de los veinte totales. Las cifras hablan por sí solas, la vendimia ha tomado velocidad en toda La Rioja.

Bryan Mac Robert, de Laventura Wines, también está ya en modo vendimia. “Vamos terminando con los viñedos de blanco en Laguardia y Villabuena, y el viernes recojo una parcela especial que no me da más de quinientos kilos en Villabuena de tinto. Luego seguiré con el Barranco de San Ginés en el fin de semana y ya sin parar. Cogí uva antes de las lluvias, pero luego he parado porque la viña está agradeciendo asimilar el agua. Se va secando, hace frío por las noches y corre el viento. Creo que la calidad se mantiene en un nivel altísimo”.

Gonzalo Sáenz de Samaniego, de Bodegas Ostatu, se ha centrado de momento en los blancos, los tintos llegarán más adelante: “Hemos recogido todo el blanco de Laguardia, Elciego y Samaniego. La pasada semana vino muy complicada, pero ya va para arriba la maduración. La semana que viene cortaremos alguna parcela joven de tinto para el rosado y luego con las viñas viejas, aunque habrá que ir una a una, porque por ejemplo tenemos una en altura en Leza que va más adelantada que algunas de zonas más bajas. A mediados de la semana que viene calculo que entraremos con las de Samaniego”.

Cerca, concretamente en Villabuena, Sandra Bravo de Bodegas Sierra de Toloño, todavía no ha empezado. “Este año está siendo un poco loco, cayeron veinte litros la semana pasada y se ralentizó todo. Salgo ahora mismo para ver viñas porque la maduración es algo heterogénea, habrá que ir finca a finca. Iba todo muy rápido, pero hay un antes y un después del chaparrón. Cuido viñas en Rivas y Villabuena, y sólo tengo clara una cosa, la uva está impecable”.

Algo que se repite en Bodegas Abeica de Ábalos, donde Isabel me recibe con un claro “el vino se sigue haciendo en la viña”. Hasta el 7, si no se precipitan las cosas, no comenzarán a darle al corquete para su Chulato, “nosotros tenemos un método y lo vamos a seguir este año también, ahora una cuadrilla está prevendimiando, recorriendo parcelas y tirando cualquier racimo amontonado o que veamos que no va a madurar, pero queremos darle alguna noche de octubre para que todo esté perfecto. Hemos tratado y deshojado tarde y estos diez días que quedan son ideales, creo que viene una cosecha de gran calidad”.

En San Vicente pillo a José Gil, de Bodegas Olmaza, etiquetando, tranquilo. Me comenta que comenzó el miércoles con los blancos, “hemos recogido viura y tempranillo blanco, pero con mucho trabajo porque la viña trae poca carga, muy laborioso porque la helada nos castigó en altura. Además la semana pasada fue como un cuchillo con las lluvias, pero vienen días ideales con noches frescas. Iremos cortando de manera escalonada, poco a poco y en su momento. La semana que viene empezaremos con las viñas pegadas a Baños y luego iremos subiendo a las parcelas de Rivas de Tereso; calculo que, una vez que comencemos, en diez o doce días cerraremos la vendimia. Me gustan los vinos vivos, no demasiado maduros. Estamos muy ilusionados con la calidad”.

Cerramos esta batida vitivinícola en Labastida, donde Julio Carreter de Bodegas Torres ya está en marcha: “Ayer jueves empezamos con el tempranillo de La Carbonera, que viene con poca uva pero excelente, y en dos o tres días comenzamos con las viñas de Labastida de nuestra zona media, luego iremos subiendo poco a poco a cotas más altas en la zona de montaña. Pero ya no pararemos. La calidad viene fantástica, y el agua de los últimos días nos ha venido bien para engordar un poco el grano. Para el 12 o 13 deberíamos haber terminado con nuestros viñedos”.

Entramos en octubre y la zona norte de La Rioja se suma con decisión a la vendimia. Días cálidos y noche frescas, “corre el cierzo” que pedían los mayores y la uva muestra su mejor cara. Los próximos quince días marcarán la cosecha 2019, ¡suerte a todos!

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