La Rioja

Andrea y Francisco, los abuelos de Logroño: 207 años llenos de vitalidad

Andrea (105 años) y Francisco (102) son los abuelos ‘oficiales’ de Logroño

“Yo no creo en la edad. Todos los viejos llevan en los ojos un niño”, comenzaba Pablo Neruda uno de sus poemas, ‘Oda a la edad’. Este viernes era el día para agradecer y valorar a los más mayores de la familia, es el Día de los Abuelos.

Por esa razón, el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, ha recibido en el Salón de los Retratos del Ayuntamiento a las dos personas más longevas de la ciudad: Andrea Martínez de Laguna, de 105 años; y Francisco Cabezuelo, de 102 años. Hermoso de Mendoza ha querido agradecer la labor fundamental que realizan los más mayores de la familia, siendo el espejo donde reflejarse para crear esa “ciudad que cuida”, mencionada en su eslogan político.

Asimismo, los protagonistas han recibido un gran ramo de flores y un colorido cuadro de la concatedral de la Redonda entre los aplausos y el calor de sus más allegados. Andrea Martínez de Laguna ya está acostumbrada a este tipo de recibimientos. No en vano, es la tercera vez que participa en este acto, aunque acude igual de emocionada que la primera vez. “Estoy muy bien, muy contenta”, dice con una gran sonrisa.  Su única hija, Adoración, la mira con orgullo mientras sostiene los regalos: “Merece la pena todo esto solo por ver la alegría de mi madre de compartir este acto con los nietos y los bisnietos”.

“Mi madre está estupendamente”, dice Adoración agradecida. “Le encanta la morcilla, se la parto en taquitos pequeños y se la come como si fueran pasteles”, cuenta divertida. Pero si algo ha querido destacar de Andrea es su vitalidad: “Siempre se ofrece a quitar el polvo en casa y yo la vigilo un poquito mientras; siempre ha sido una persona muy activa”.

Por su parte, Francisco -manchego de nacimiento- posa sonriente a las cámaras, siendo esta la segunda ocasión en que le homenajean en Logroño. Su nieta Marta explica que gracias a que ha conservado su buena memoria, era consciente de que se acercaba la fecha y estaba muy nervioso e ilusionado: “Para él es todo un honor y estaba muy nervioso, quería que viniéramos todos porque hoy es él el protagonista”.

“Uno de sus secretos es que no se suele enfadar”, dice con admiración y cariño María, que asegura que “es muy abierto a todo, se lleva casi cien años de diferencia con mi hijo, con lo que eso significa en vida, tecnología… en todo”.

Entre las aficiones de Francisco figuran jugar a las cartas y ver los toros, pero una de ellas sorprende y enternece a partes iguales: “Mi abuelo tiene móvil y le encanta hacerse selfis conmigo”, explica María. A día de hoy, Francisco tiene la fortuna de poder autorretratarse con cinco nietos y siete bisnietos. “Me siento muy bien, muy contento y muy buen rodeado”, dice mirando con cariño a su familia.

Andrea Martínez de Laguna y Francisco Cabezuelo posan con sus familias en el Ayuntamiento.

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