La Rioja

Logroño, ciudad bravía

Logroño es una ciudad bravía con más de 100.000 tabernas y ninguna librería. Lo aprendí en Primaria a base de compañeros que aparecían en clase de inglés sin cuaderno. “Es que se me ha gastado”. El profesor, entonces, hacía una pregunta cuya respuesta ya conocía. “¿Y no has tenido tiempo de ir a comprar otro?”. […] “A la de tres: una, dos y tres”. Y todos decíamos la frase al unísono: “Logroño, ciudad bravía, con más de 100.000 tabernas y ninguna librería”.

Han pasado ya más de veinte años de aquello. Supongo que seguimos igual. Cada vez abren más bares por las calles del centro de nuestra ciudad bravía y la cosa no está para montar una librería o un videoclub. En lo que sí hemos cambiado en las últimas semanas es en el tema de los espontáneos. No hay visita política que no tenga su ración de improperios.

El presidente del PP, Pablo Casado, se llevó los pitos (12 de marzo) que los bomberos le dirigían a nuestra alcaldesa, Cuca Gamarra, por las “guardias forzadas” y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, caminaba tranquilamente (14 de marzo) por el parque de La Ribera hasta que se convirtió en “el presidente Falcon Crest”. Hasta la fecha, al único al que se ha respetado ha sido a Alberto Garzón -IU-, en el Ayuntamiento (26 de marzo). Quizás por aquello de jugar en casa.

El último en sufrir la ‘furia’ ciudadana en nuestra ciudad bravía ha sido Adolfo Suárez Illana. Una metedura de pata esta mañana en Onda Cero con Alsina le ha valido el fantástico reproche de un hombre que ha tenido a bien acercarse al Círculo Logroñés para gritarle cosas desde la otra acera. “¡Franquista! ¡Corta cabezas!”. Y los grandes clásicos para los dirigentes del PP: “ladrones, corruptos”…

Ya dentro del emblemático edificio, al calor de los focos de televisión, Suárez Illana ha reconocido que su frase –“los neandertales también usaban el aborto, esperaban a que naciera y le cortaban la cabeza”– no ha sido la más acertada. “Vamos al asunto del día”, ha comenzado diciendo, adelantándose a las preguntas de los plumillas. El número dos del PP por Madrid ha pedido disculpas y ha admitido que se ha equivocado de cabo a rabo. Fin de la cita.

De haber hecho en Primaria como Adolfo Suárez este jueves, nunca habríamos sabido que Logroño es una ciudad bravía con más de 100.000 tabernas y ninguna librería. De los errores se aprende. Y el próximo martes, Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara en el mismo Palacio de Congresos que Pedro Sánchez hace dos semanas. Es tiempo de espontáneos en Logroño. Permanezcan atentos y compren un cuaderno para tomar nota.

Subir