Firmas

Conrado Escobar, el último superviviente

Año 2050. Un meteorito del tamaño de Texas impacta contra La Tierra. La humanidad se extingue, una ola de varios kilómetros de altura arrasa con Europa, el aire es irrespirable, la temperatura media ronda los cincuenta grados y los continentes comienzan a moverse de manera errática. Conrado Escobar, mientras tanto, camina tranquilamente con su traje, su corbata, sus zapatos y su pelo impolutos. Ha sobrevivido a las plagas, los desastres naturales y la política. “Meteoritos, ¿a mí? ¡Já!”.

Conrado Escobar sonríe. El fin del mundo le ha pillado bailando. Y ha sobrevivido. Eterno. Incombustible. El multiconsejero riojano ha hecho de la resistencia su mayor virtud. No hacer nada para hacerlo todo. La espera paciente mientras los cuchillos han volado a su alrededor durante meses y meses. Ha librado todas las batallas políticas dentro de su partido sin haber comparecido en ninguna. No le hacía falta. Sólo tenía que esperar, aguantar un segundo más que el resto y dar el pasito cuando todos los vientos soplaran a su favor.

Conrado Escobar da gracias a Pedro Sánchez. El adelanto electoral le ha dejado en bandeja su deseo político más añorado, ese con el que sueña despierto y con el que sueña cuando duerme. No se lo puede quitar de la cabeza, aunque a punto ha estado de quitárselo la lucha por el poder en el PP de La Rioja. La Alcaldía del Ayuntamiento de Logroño. Tras pasar por casi todos los puestos imaginables en política, el multiconsejero ya es oficialmente el candidato de los populares para gobernar la capital riojana.

Conrado Escobar respira aliviado. Una reunión el pasado diciembre entre José Ignacio Ceniceros y Pablo Casado en el Hotel Los Agustinos de Haro le dejó sin candidatura, pero una reunión esta semana entre los mismos protagonistas (también estaban María Martín, Cuca Gamarra y el propio multiconsejero) en Bodegas Riojanas de Cenicero le ha colocado en el puesto de salida. Pugnará por el trono logroñés con Pablo Hermoso de Mendoza (PSOE), Julián San Martín (Ciudadanos), Rubén Antoñanzas (Partido Riojano) y Amaya Castro (Podemos).

Conrado Escobar dice “sí quiero”. Este viernes, cuando Ceniceros anunciaba que Cuca Gamarra sería la líder de la lista al Congreso de los Diputados y que su reinado finalizaría el próximo 15 de junio, los compañeros de la primera edil no podían dejar de mirarle por el rabillo del ojo. El multiconsejero asentía en cada frase que pronunciaban los dos líderes que pugnaron por controlar el partido en Riojaforum, sabiéndose observado por propios y extraños. No se pronunciaba su nombre, pero flotaba en el ambiente. Estaba impregnado en las paredes. Conrado. Conrado. Conrado.

No por esperado, deja de resultar sorprendente. Los caminos de la política son inescrutables. Hace algo más de tres años y menos de cuatro, en esa famosa comida en la bodega Marqués de Vargas en la que se ‘proclamó’ a Ceniceros como el sucesor de Pedro Sanz, fue Conrado Escobar quien pronunció su nombre el primero: José Ignacio. Y desde entonces, fiel escudero del jefe del Ejecutivo regional, ha sido el ganador del Don Tancredo del PP riojano para ver sus aspiraciones colmadas: “Este reto me apasiona”.

“El que se mueva no sale en la foto”, que dijo Alfonso Guerra y que Mariano Rajoy y Conrado Escobar han hecho su forma de vida. El multiconsejero es ahora candidato. Lo ha conseguido. Lo que ocurra a partir de ahora dependerá de él. Y de otros 1.359.023.543 factores, como que un meteorito no caiga en La Rioja. Sólo hay una certeza: pase lo que pase, Conrado Escobar sobrevivirá.

Subir