La nieve lo cambia todo: el ritmo de la vida, el paisaje, la movilidad… Pero también hace que surjan múltiples historias, ejemplos de compañerismo, momentos de diversión, etc. En la Villa de Ocón la nieve ha propiciado que Néstor Alcolea y su tractor naranja den lugar a una de las anécdotas divertidas de la última nevada. “Nevó el viernes un poco y el sábado más y las calles estaban impracticables, habría más de 20 centímetros, así que saqué mi tractor y estuve dando vueltas con él y llevando a la gente de un sitio a otro, aprovechando que tiene un cajón detrás”, cuenta el joven ingeniero, natural de la localidad, donde pasa la mitad del año.
“La verdad que los chavales gozaron, los mayores también y yo más”, ríe divertido. “No es la primera vez que lo saco para hacer la comedia, pero la verdad que al tener solo un metro de ancho cabe por todas las calles, y al llevar unas ruedas con mucho taco sube por todos lados; anda por sitios por los que los coches o tractores más grandes no pueden”, relata.
Pero también tuvo un fin en sí mismo. “Por un lado ha servido para limpiar alguna entrada de casa, usando el cajón de detrás tipo pala. Por otro, nos ha venido bien para transportar cosas: tenemos un grupo de jotas y tocaba ensayar en la casa de una chica que está situada en la parte alta del pueblo, así que subimos los instrumentos en el tractor”, explica este chaval de 29 años.
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¿Y del protagonista de dónde sale? “Me lo compré como hace dos años para una huerta que tengo y ni sé los años que tiene, igual treinta o cuarenta”, asegura su conductor, Néstor. Se trata de un Kubota modelo B1400, de color naranja. “Por lo poco que me costó, la verdad que está dando mucho de sí”, admite. Y es que en La Villa de Ocón lo que se lleva es el tractor naranja…
