Álvaro Fernández (Arnedo, 1998) es el futbolista riojano con más proyección. Formado en Osasuna desde su etapa juvenil, saltó a la fama cuando el Mónaco reclamó sus servicios en 2017. Su fichaje generó una gran polémica en el seno rojillo, al entender que tenía contrato en vigor.
Tras un año en el filial monegasco, llegó como cedido al Extremadura el pasado verano. En Almendralejo su nombre resuena cada jornada. Intervenciones claves que han sacado a su equipo del descenso. Y ahí quiere estar en la jornada 42.
Con carácter fuerte y una gran autoexigencia, este deportista aspira a dejar huella. Sus objetivos pasan por ser un portero de renombre mundial, jugar con la selección absoluta y ser una referencia. Humilde pero inconformista, quiere que su carrera se alargue hasta los 40 años. No se olvida del equipo de su tierra, el Arnedo, al que no cierra las puertas. Tampoco del fútbol riojano, que sigue desde la lejanía. “Quiero mejorar en todas las facetas”, puede ser una frase que resuma su personalidad.
Fuente: La Liga
– Ha encontrado un buen momento, consiguiendo la titularidad. Acumula ocho partidos seguidos, ¿cómo se encuentra?
– Muy contento, estoy teniendo regularidad y eso para un jugador es muy importante. Además, en los dos últimos partidos (Reus y Málaga), nos han salido las cosas. El equipo está fuerte defensivamente, hemos encajado solamente un gol. También conseguimos dejar la portería a cero, tras catorce semanas sin lograrlo. Satisfecho y con ganas de seguir progresando.
– Ganar a un equipo como el Málaga le supondrá un auténtico sueño y más si usted fue protagonista. Sus intervenciones fueron claves para conservar la victoria…
– Si me preguntas con qué rival me gustaría dejar la portería a cero, te diría contra el Málaga. Es el equipo con más presupuesto de la categoría, con una plantilla para ascender y grandes jugadores. Es un sueño para el club y la ciudad vencer a un equipo de tanto prestigio, pero tampoco tenemos que pensar ahora que hemos hecho muchísimo. Simplemente hemos conseguido tres puntos que al final es lo que buscamos. Iremos a Almería con la misma mentalidad para continuar esta racha.
– ¿Cómo vive un guardameta en un equipo como el Extremadura, que ha hecho 22 tantos y le han hecho 25?
– Creo que nos estábamos equivocando antes a nivel defensivo. Tenemos unos grandes delanteros y hacemos gol casi cada partido. Nos estaban condenando los errores y por eso encajábamos tanto. El nuevo entrenador ha intentado sobre todo inculcarnos conceptos defensivos para no fallar tanto. Parece que funciona, hacemos lo que nos pide. En los últimos encuentros se ha notado nuestra mejoría y ese es nuestro camino.
– ¿Sorprendido por el ambiente del Francisco de La Hera?
– Almendralejo es un pueblo de 36.000 habitantes y al campo van 10.000 personas. Es un pueblo donde el fútbol es la esencia. Les debemos todo a nuestra afición, da gusto jugar con el campo lleno y que la gente empuje. Es un auténtico placer poder brindar un triunfo así, sé que la gente lo disfrutó muchísimo.
El Francisco de la Hera hoy lleno hasta la bandera. Recuerdos de la 96-97, de aquella Liga de las Estrellas pic.twitter.com/XzwGdnS73j
— Colgadosporelfutbol® (@colgadosfutbol) 24 de agosto de 2018
– ¿Cuál cree que será la clave para lograr la permanencia? Un delantero como Enric Gallego ayuda muchísimo…
– Enric es un de los factores principales del equipo. Nos está dando goles y eso es crucial. Creo que tenemos que intentar encajar poco. Podemos ser un equipo solvente que no se conforme con solo salvarse. No nos queremos poner límite, soñar es libre y las sensaciones son muy buenas. Si seguimos así, vamos a ir en línea ascendente todo el año y acabar en una posición estable y convincente. Jugar el playoff sería un sueño único para la ciudad. Salvarse es el objetivo principal del club, pero tenemos que apuntar alto y marcarnos metas para intentar conseguirlas.
– ¿Cómo se definiría como guardameta?
– Me considero un portero valiente y con personalidad fuerte. Soy frío jugando, pero transmito a mis compañeros. A pesar de no tener una gran envergadura, domino bien el juego aéreo. Hasta ahora estaba haciendo lo que me pedía Juan Sabas, mi anterior entrenador. Ahora, el nuevo míster me pide que juegue más con los pies. Soy un portero al que no le importa arriesgar con el balón. Debajo de la portería, soy rápido y ágil. Tengo que mejorar muchísimo y potenciar mis virtudes. Para ser un portero ‘Champions’ tengo que mejorar en todas las facetas.
– Viendo las dudas que surgen en torno a la portería de la selección, ¿se plantea poder llegar a ella en un futuro?
– Ahora mismo estoy en etapa sub-21, estoy haciendo las cosas bien y estoy trabajando para que Luis De La Fuente me haga dar el salto a la ‘Rojita’. Él ya me conoce, porque me llevó de la sub-18 a la sub-20. Quiero destacar de forma individual en mi equipo para intentar llegar a la selección. ¿Por qué no? Puedo intentar pasar etapas y llegar a la absoluta. Soy una persona ambiciosa que se pone objetivos muy amplios. Quiero ser un portero que represente a mi país, por supuesto.
Fuente: CA Osasuna
– ¿Cómo afrontó el salto de Osasuna al Mónaco? ¿Cambio radical en todos los sentidos?
– Sí, fue increíble. Osasuna es un gran club, pero oportunidades como la del Mónaco no se pueden dejar escapar. Es una ciudad espectacular para vivir y tranquila para los jugadores. Podemos ejercer nuestra labor sin tener muchos problemas. Estoy contento de estar cedido en el Extremadura, porque me sirve para ganar experiencia. Después, quiero volver a Mónaco para intentar ser el arquero titular, jugar Champions y quedar lo más arriba posible en la liga francesa.
– Desde fuera, Mónaco da la sensación de ser una burbuja. Sus habitantes son gente rica y parecen desconectados del mundo. ¿Cómo se adapta a ello un futbolista?
– Cuando entras al Principado, pareces estar en el paraíso. Y al salir, vuelves a la realidad. Viven 36000 personas casi como en Almendralejo. Allá casi todos son multimillonarios. Quizá la gente pueda pensar que no es el ambiente más idóneo para un deportista, pero te puedo asegurar que es una ciudad tranquila. La gente no te molesta y tampoco se sigue muchísimo el fútbol. Al final, la gente no está allí por su pasión al Mónaco. Sin embargo, se vive bien, además tengo un compañero de la selección (M’ Boula). Quedé muy satisfecho por el año que hice allí en el filial y tengo ganas de volver.
– Jugó en el Mónaco B, dentro de una categoría equivalente a la Segunda B española. ¿Qué diferencias encuentra entre el fútbol patrio y el galo?
– En Francia es una liga más física, donde los jugadores son más potentes y menos técnicos. Hay gente que piensa que es una liga inferior al resto de grandes, pero yo creo que hay muchísimo nivel. Se corre muchísimo y es complicado encontrar espacios. Para mí, la liga española es la mejor del mundo y tiene los mejores jugadores. Eso sí, una vez que estás dentro de la Ligue 1, te das cuenta que tiene un nivel parecido y es muy competitiva.
– Cambiando de tercio, ¿sigue mucho el fútbol riojano desde fuera?
– Sí, la verdad que sí. Creo que está viviendo en un momento dulce. La UDL está haciendo bien las cosas en Segunda B y su objetivo es llegar al fútbol profesional a través de los playoff. También tenemos al Calahorra y el otro día vi que ganaron al Sporting B (2-3). Están haciendo las cosas bien para ser un recién ascendido. En cuanto al Arnedo, el equipo de mi pueblo, es verdad que no está encontrando esa regularidad. Venimos de unos años complicados de sólo pelear por la permanencia, pero tenemos que intentar luchar por meternos entre los cuatro mejores. El resto de la Tercera Riojana también la sigo y creo que más o menos, todo va de forma normal.
– ¿Volverá algún día al fútbol riojano?
– Yo espero hacer una carrera de veinte años. He empezado con 20 y quiero acabar con 40. Siempre he pensado que al final de mi carrera me gustaría retirarme en el Arnedo, haciendo un buen papel y luchando por lo que toque. Ojalá sea en una categoría superior.
