El Rioja

Tim Atkin: “Los vinos ‘top’ de Rioja están en su mejor momento”

Tim Atkin está de ‘visita’. Rioja acoge durante dos semanas al ‘Master of Wine’ británico, una de las voces más reconocidas y respetadas mundialmente cuando toca hablar sobre vino. Tenía previstas noventa citas, pero ha añadido otras tres sin que su cabeza estalle. Entre cata y cata, hace un hueco a NueveCuatroUno para confesar un par de secretos. ¿Cómo llega a todo? “Es difícil. Dormir bien, comer bien y no beber demasiado. Sólo catar y mucha agua”. Sonríe. ¡Tiene hasta chófer! “Me tratan muy bien. El año pasado tuve que conducir yo mismo y me daba algo más de miedo después de hacer las catas”.

Tres objetivos: ver lo que ocurre durante la vendimia, realizar catas y visitar cuantos más lugares mejor. “Quiero cubrir la región, ver los terruños, conocer personas, descubrir nuevos jóvenes enólogos y nuevas bodegas…”. Lanza un guiño. También periodistas. ¿Cómo ha encontrado el Rioja en 2018? “Ha sido un año más mediterráneo, con mucha lluvia, y la cosecha está siendo muy difícil por la botrytis, el mildiu… Lo más importante va a ser la selección. Hay que seleccionar mucho”.

Su revólver ya tiene otra muesca. El último descubrimiento lo ha hecho la misma mañana en la que nos atiende. “¿Conoces Panorámico?”, pregunta, y sigue contando en un perfecto español: “Es un proyecto de Daniel, el hijo de Miguel Ángel Rodríguez, de Vinícola Real en Albelda”. Tim Atkin no para de conocer nuevos apasionados por el vino, como él, y lugares de la región: “Me gustan los vinos del sur de Rioja Alta”. La zona de los monasterios como Badarán, Cárdenas, Cañas, Canillas, Baños de Río Tobía…

Le entusiasma esa zona del Rioja por los blancos y las garnachas de viñas viejas, expuestas al norte, frescas, intensas… así como los jóvenes con ganas de hacer buenos vinos que ha encontrado por allí. Las frases y explicaciones nunca terminan porque las ideas no paran de surgir: “Badarán es una maravilla. El 11% del viñedo tiene más de ochenta años y eso es algo que no existe en todo el mundo”. El prescriptor británico es un apasionado de la tierra, “el terruño”, y los casos concretos.

– ¿Qué evolución ha visto en los últimos años?

Vine por primera vez en el año 88, hace ya treinta años, y Rioja ha cambiado muchísimo. En los últimos años, con los viñedos singulares, la gente se está enfocando más en el terruño para expresar vinos de pueblo, municipio, terruño, parcela… pienso que es una cosa importante, aunque se pueden hacer también vinos clásicos. Las mezclas de varias subzonas tienen valor, pero los vinos que me interesan son los más enfocados y de un sitio concreto, que expresan un lugar y un terruño.

– ¿Cuál es el mayor desafío que afronta Rioja?

Rioja tiene una buena posición respecto al resto de denominaciones, aunque su desafío está en cómo subir sus precios porque muchos vinos en Rioja se venden demasiado baratos. La calidad en sus vinos ‘top’ está muy bien. En mi opinión, en lo mejor de su historia, pero hay varias riojas. La región es tan grande que generalizar lo que pasa es muy difícil: hay cosas buenas y otras no tan buenas. En general, soy positivo porque creo que la calidad va mejorando en la mayoría de cosechas y bodegas.

– A mí no me van a escuchar, pero a Tim Atkin seguro que algo más. ¿Qué consejo le da a Rioja?

(Suspira para pensar). Enfocarse más en sus terruños y sus enólogos jóvenes para que puedan aumentar la calidad del vino y su precio. El precio de la uva sigue siendo demasiado bajo y debería subir para que todo el mundo pueda vivir de eso. Es el gran desafío de Rioja, cómo puede progresar de ser una región conocida mundialmente a hacer grandes vinos al mismo nivel que Burdeos o Borgoña, Barolo… es el desafío, cómo puede hacer subir su precio.

Me quedo con una frase del británico. “Para los mejores vinos, Rioja está en el mejor momento de su historia”. Palabra de Tim Atkin, amén.

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